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James Harden tuvo una carrera legendaria en sus ocho años con Houston Rockets, que resultó en ocho selecciones All-Star, siete selecciones All-NBA, tres títulos de máximo anotador consecutivos y el premio MVP de 2017-2018. Sin embargo, de forma abrupta aunque predecible tras la burbuja, exigió ser traspasado de su hogar.

Harden solicitó su salida luego de la partida del entrenador en jefe Mike D'Antoni y el gerente general Daryl Morey.El pedido de Harden agrió lo que fue una enorme grieta en la ciudad de Houston, ya que llegó tarde a la pretemporada y en mal estado físico, lo que llevó a un debate sobre si aquello era intencional e incluso si Harden era un tipo profesional del todo.

Después de renunciar a casi una década completa de primeras rondas, así como a Jarrett Allen y Caris LeVert por James Harden, muchos esperaban que Brooklyn Nets se convirtiera en contendiente al título. Desafortunadamente, las cosas no funcionaron de esa manera, ya que Harden pasó solo una postemporada con la organización hasta pedir su salida, una vez más.

Brooklyn no pudo recuperar la mayor parte del valor que intercambiaron para adquirir Harden solo un año antes. Los Nets recibieron un paquete centrado en Ben Simmons y dos selecciones de primera ronda, muy lejos de los ocho que cedieron para adquirir al de Houston. Ahora en Philadelphia, parece estar más a gusto con la organización y de momento tiene cierta estabilidad. 

Harden ha tenido salidas abruptas y bajo mucha polémica de todas sus franquicias. Irónicamente, la menos turbulenta y donde más razón tenía fue en Oklahoma City, lugar que lo drafteó y luego de 2012 lo intercambió a Houston, dado que no querían excederse en el impuesto de lujo. Tras ese cambio, todos los demás han sido incendiarios para el equipo que dejpo atrás. Houston y Brooklyn han quedado en posiciones muy distintas, pero hasta los Nets que aún tienen a dos All-Stars fijos han dejado de ser una amenaza para el anillo.