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La novela de la NBA en la previa de la temporada fue sin dudas la pelea entre James Harden y Daryl Morey. “Es un mentiroso” fue la frase lapidaria de la Barba para el GM de los Sixers, que terminaron traspasándolo a los Clippers, tal cual el jugador quería.

“Es difícil decirlo en general, pero creo que esta es una situación realmente buena para mí en el sentido de tener la oportunidad de ganar, estar rodeado de mi familia y tener la oportunidad de seguir persiguiendo mis objetivos y las cosas que quiero lograr en el baloncesto. Inteligente” expresó sobre su actualidad con The Athletic.

Y agregó: “Se trataba de intentar llegar a una situación en la que me pudieran pagar y, obviamente, tener la oportunidad de ganar al más alto nivel. Estos últimos años, sacrifiqué tanto que, en este punto, se acabó. Sólo quiero poder seguir adelante y seguir teniendo la oportunidad de ganar algo de dinero y, obviamente, ganar al más alto nivel”.

En este contexto, Harden explicó qué le había prometido Morey: “Me prometió un máximo. Daryl y yo teníamos una muy buena relación. Entonces, una semana o dos después de perder en los playoffs, todo se trataba de tratar de descubrir cómo mejorar el equipo. '¿Cómo podemos mejorar?' Y eso ha estado sucediendo durante más de 10 años, ¿sabes a qué me refiero? Y luego, este año, no hubo comunicación. Y en ese momento, es como, 'Está bien, ya veo lo que está pasando'. Soy muy inteligente. Entonces simplemente me pregunto: "¿Cuál es mi próximo paso y qué quiero hacer?". Entonces entiendo que, al final del día, esto es un negocio. Y así como él tiene que hacer lo mejor para su organización, yo tengo que hacer lo mejor para mí y mi familia. Es tan simple como eso”.