Basquetplus.com

La NBA siempre nos destella con jugadores alucinantes, comprometidos con los entrenamientos y con una seguidilla de partidos terrible, que llama la atención de todos los amantes del baloncesto. Pero también existen jugadores problemáticos, quizás sin un paso preponderante por la liga, pero si con una interesante historia que contar.

El caso de Keon Clark es bastante atípico. Nació el 16 de abril de 197 en Danville, Illinois. Era un jugador con una altura considerable, ya que se desempeñaba como ala-pivote y medía más de 2.10 metros. Empezó su carrera universitaria en Universidad de Nevada-Las Vegas, con el equipo de Revls. Allí tuvo destacadas actuaciones, ya que promedió más de 14 puntos por partido y casi 10 rebotes. Esos números le permitieron presentarse en el draft de 1998 de la NBA.

Allí fue elegido por Orlando Magic en el puesto 13, pero rápidamente fue cedido a Denver Nuggets. Jugó durante tres temporadas, con estadísticas bajas para su desempeño universitario. Quizás no era el jugador más vistoso, pero aportaba mucho al equipo en ambos costados de la cancha. Tal es así que en un partido ante Atlanta Hawks, el ala-pivote llegó a meter 12 tapas.

Luego jugó dos temporadas con Toronto Raptors, equipo en el que pudo llegar en dos oportunidades a los playoffs de la NBA, pero sin mucho éxito. Luego fue traspasado a Sacramento Kings, donde disputó la postemporada de 2003, llegando a semifinales en el Oeste. Pero los problemas empezarían a aparecer.

A finales de 2003 fue cedido a Utah Jazz, donde no encontró lugar en el equipo. Tuvo una temporada para el olvido, donde tan solo disputó dos partidos. Phoenix Suns se hizo de los derechos del jugador en la temporada siguiente, pero no jugaría ni un solo duelo y marcó su retiro prematuro de la actividad deportiva.

Sus problemas con el alcohol y tenencia de armas y marihuana lo hicieron tener varios problemas con la justicia. En 2006, ya retirado de la actividad, fue citado por un juez de Illinois por poseer un arma sin licencia y por tenencia de drogas. Finalmente fue detenido al año siguiente y tenía que atravesar una condena de 30 meses de prisión.

El momento de reconocer su adicción llegó meses más tarde, ya que en una entrevista con ESPN confirmó que siempre jugó bajo los efectos del alcohol. "Nunca jugué un partido sobrio... desafortunadamente. Nunca paré", sentenció el ala-pivote. Reconoció públicamente que se tomaba media botella de ginebra antes de cada juego.

Pese a darse a la fuga, Keon Clark fue detenido por el juez de Illinois Richard Klaus por considerarlo “peligroso para la comunidad, especialmente cuando conduce”. Al ala-pivote lo encarcelaron en 2013 por los delitos anteriormente mencionados y debe atravesar una condena de ocho años de prisión, que la cumple en el East Moline Correctional Center en East Moline, Illinois.