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El mundo de tarjetas NBA es una parte muy importante del coleccionismo de la mejor liga del mundo. La variedad y especificidad de cada una de ellas genera miles de fanáticos en todo el mundo y en Argentina no es la excepción, con una comunidad que cada vez crece más y tendrá su primer negocio dedicado específicamente a esto.

Ignacio Bonaro es el promotor de esta gran idea, que viene pensando desde que recibió su primera tarjeta, allá por 1990. “Llevo pensando desde que soy chico. En el año 90 empecé a coleccionar este tipo de tarjetas, mi tío que vivía en Estados Unidos me mandó unas cajas con camisetas, remeras en caricatura de los jugadores de ese tiempo, banderines, y adentro había un cubo mágico que venían unas cien tarjetas, y fueron las primeras que tuve. Era una mezcla de tarjetas de diferentes épocas. Empecé a partir de ahí a pedirle siempre, desesperado por tenerlas”.

En esta línea, contó cuándo se masificó esto en el país: “En el 94 acá en Argentina empezaron a vender las Upper Deck en los kioscos y se masificó bastante. Cualquiera que coleccione tarjetas tiene que tener la 94 de Upper Deck, que venían las especiales de Michael Jordan”. A su vez, expresó cómo llegó a la idea de poner este negocio: “Ya desde chico coleccionaba esto, y ahora de más grande tengo tiempo, tengo una distribuidora de libros y tengo mucho tiempo, puedo dedicarme a algo más, entonces decidí poner mi primer negocio, ya que era algo que era más cumplir un sueño que tener un negocio. El negocio en sí todavía no es un negocio en Argentina, no es algo con lo que uno gane plata, es más un club social de gente que le gusta este tipo de cosas de la NBA”.

A su vez, contó cómo está compuesta su colección: “Mi colección actualmente es de más de 25 mil tarjetas, de las cuales muchas son firmadas, tengo de camisetas, tengo de todo. Ahora estoy ampliando a la parte de fútbol, Star Wars y Marvel, que me parecen muy interesantes”.

Si tuviera que elegir las más valiosas, tiene cuatro que pasan el valor de todas: “Las más valiosas de mi colección son una de Manu Ginóbili de camiseta firmada por él, una camiseta de Lionel Messi numerada, una camiseta de Diego Maradona. También tengo de Luis Scola, que tiene el logo de Adidas y sería como la única que pueden sacar de esa colección, uno en uno porque tiene también la firma”.

La gran comunidad que logró armar lo motivó a esta idea e Ignacio tiene en claro los objetivos: “Se formó una comunidad muy copada alrededor, donde hacemos sorteos y distintas cosas. Tengo más de 50 colecciones completas, tengo cientos de autógrafos de jugadores, y si me pedís cualquier jugador, lo tengo. Por eso decidí abrir el negocio, porque me gustaría que la gente venga a conocer todo lo que tengo en colección y para poder demostrar a las personas la amplitud que tiene este tipo de coleccionismo, hay miles de variantes. La idea del negocio es englobar un poco todo lo que es el coleccionismo de NBA y dejarlo plasmado en un negocio donde se puedan encontrar ciertas cosas que no se encuentran en ningún lado en Argentina”.

El regreso al país y una comunidad en pleno crecimiento

Bonaro vivió 15 años fuera del país, entre Brasil y distintos puntos de Europa, y a su regreso empezó a contactarse con los coleccionistas argentinos: “La comunidad se formó dos años atrás. Yo vuelvo a vivir al país después de 15 años y contacté gente de todos lados. Empecé a ir a buscar cosas a las casas de esta gente porque quería conocerlas a ellas y sus colecciones y empecé a ver el mercado argentino, compraba todo, no me importaba si estaba repetido porque sabía que es un hobby que a todo el mundo le gusta. Mi idea era centrar un poco todo en una persona y no que quede tan desparramado”.

Y fueron las redes sociales las que hicieron explotar esto: “A partir del Instagram empezó todo más fuerte porque agregué gente de todos lados, traje de forma más masiva tarjetas y a partir de ahí mucha gente empezó a contactarme, ya sea por el mundo de las figuritas o que le interesó siempre las tarjetas, pero no sabía cómo entrar. Mucha gente del interior empezó a seguirme, de Rosario, Mendoza, Bahía Blanca, Chaco, y de esa forma se agrandó la comunidad, donde tenemos un grupo de whatsapp de 50 o 60 personas, donde intercambiamos, se sortean tarjetas, se abren cajas, miles de variantes que estamos generando, copiando mucho de lo que se hace en Estados Unidos y tratamos de hacerlo de la mejor forma posible. Se está logrando tener un mercado muy interesante acá en Argentina, ya hay algunas tarjetas muy interesantes acá en Argentina”.

Para Bonaro lo importante es el crecimiento de la comunidad por sobre todo y explicó que “se está volviendo federal y es genial que eso pase, porque escuchás todo tipo de cosas increíbles, desde el esfuerzo que realiza una persona para comprar una tarjeta que quiere, como recorrer ciertos kilómetros para recibir un paquete, es una locura. Es muy pasional esto. Hay personas que recorren muchísimos kilómetros para recibir las tarjetas, donde el valor de la tarjeta y lo que pagan para ir a buscarlas es una pérdida total, pero no lo es tanto porque tienen el producto que ellos quisieron.”.

Por último, comentó que las tarjetas más pedidas actualmente pasan por Facu Campazzo y el reciente hall of famer Manu Ginóbili, pero también hay otras perlas muy solicitadas: “Las más pedidas hoy en día son Campazzo, muy pedida porque hoy en día está en la NBA y todos quieren tarjetas firmadas por él que se pueden conseguir de forma bastante fácil. Obviamente también de Manu, pero el valor de esas tarjetas es altísimo, arriba de cien dólares y más. También son muy requeridos LeBron James, Stephen Curry, Giannis Antetokounmpo, Luka Doncic, muchos jugadores muy pedidos. También se está generando por jugadores que no son tan conocidos y las personas apuestan por ellos a futuro, y es algo muy loco que se da en Estados Unidos, que las personas compran muchas esperando a que dentro de diez años sean cracks, como pasó en su momento con Kevin Durant”.

Una rama del coleccionismo de NBA que no detiene su crecimiento y que a partir de este negocio de Ignacio Bonaro seguramente siga en auge, y bienvenido sea.

Alejandro Malky / [email protected]
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