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La lesión de Robert Williams en Portland fue un gran dolor de cabeza para la franquicia, pero le abrió oportunidades a varios. Y entre ellos quien mejor supo aprovechar es el australiano Duop Reath, que vio coronado todo un periodo de gran esfuerzo para encontrar su lugar en la mejor liga del mundo.

Representa a Australia pero como muchos es un refugiado nacido en Sudán del Sur. Vivió hasta sus 9 años en el país africano, en una choza en Waat junto a otros seis hermanos. Desde allí partieron primero a un campo de refugiados en Kakuma, Kenia, luego a Brisbane y finalmente a Perth, donde el joven comenzó a jugar después de haber incursionado en el fútbol, el fútbol australiano y el rugby.

“En décimo u undécimo grado comencé a amar el baloncesto. Antes era simplemente alto y mis amigos jugaban. Era mucho más grande que algunos de los otros niños, por lo que era fácil anotar y jugar a la defensiva, pero cuando tenía 15 o 16 años, Sentí que era algo que disfrutaba, me enamoré del proceso de mejorar” contó en ESPN.

La conexión entre la ciudad australiana y Sudán del Sur es uno de los puntales para el jugador: “La población local y el pueblo sudanés nos apoyamos mutuamente y nadie menosprecia a nadie. Eso es algo realmente bueno y ese amor no se siente en todas partes” expresó.

Pero para los 10 años creció 12 centímetros y encontró en el básquet su lugar, más precisamente en Girrawheen Senior High School. A partir de sus actuaciones recibió una beca de Lee College en Texas.

Después de la salida de Ben Simmons, la estrella joven en aquellos tiempos de Australia de LSU rumbo a la NBA, Reath llegó a la universidad y tuvo dos buenas temporadas, con 12.3 puntos y 5.8 de promedio, ya asentado como interno con sus 2.06 de altura.

Pero su oportunidad en la NBA no llegó. A partir de allí pasó al Estrella Roja, luego volvió a Australia y tuvo pasos por China y Líbano desde 2018 cuando no fue elegido en el draft. Sus buenas actuaciones.

Además, Reath decidió jugar para Australia y ya disputó los Juegos Olímpicos de Tokio, logrando el Bronce, y el pasado Mundial con el seleccionado oceánico.

Para el 2023 Portland apareció en su vida y le firmó un contrato dual. Con grandes tareas en la G-League, encontró su rol en el equipo de Chauncey Billups y promedia 9.4 puntos y 4 rebotes en 18.1 minutos en cancha.

Una carrera y una vida que sortearon una enorme cantidad de obstáculos y que hoy tiene a este interno sudanés con el mundo a sus pies.