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Resumen de lo previo. Robert Sarver es el dueño mayoritario de Phoenix Suns de la NBA y Phoenix Mercury de la WNBA. Hace unos días, la NBA lo multó con 10 millones de dólares y lo suspendió un año de cualquier tipo de actividad o contacto con cualquiera de las dos franquicias o de la propia NBA: no puede pisar ninguna de las canchas ni de los centros de entrenamientos ni participar en reuniones que tengan que ver con el equipo. 

La NBA hizo una profunda investigación con más de 320 entrevistas y revisó más de 80.000 documentos en los que comprobó que Sarver había usado palabras racistas en múltiples ocasiones, había tenido comentarios sexuales con personal femenino y había abusado de su cargo maltratando a empleados también en infinidad de ocasiones. 

Draymond Green, que nunca se calla la boca, utilizó su podcast para salir con los tapones de punta, diciendo que la medida de la NBA es insuficiente. "El informe que publicó la NBA la semana pasada va en contra de todo lo que ha pregonado la Liga. ¿Alguien como Robert Sarver va a seguir representándonos? Eso es pura mierda. No puedes seguir representando a gente con ese punto de vista. Hablándole a la gente como lo hizo, tratando a los afroamericanos y a las mujeres como lo hizo no es aceptable". 

La realidad marca que la suspensión por un año pareció poca cosa, más teniendo en cuenta el antecedente de Donald Sterling en el 2014, cuando el entonces dueño de los Clippers no solamente fue castigado y multado, sino obligado a vender la franquicia, cuando se conocieron audios donde también tenía palabras de racismo y misoginia de alto volumen. 

Hoy miércoles, según Sam Charania, parece que hubo efecto, porque el periodista de The Athletic anunció que Sarver inició el proceso para vencer sus dos franquicias. 

Phoenix Suns and Mercury owner Robert Sarver announces that he has started the process to sell both franchises.

— Shams Charania (@ShamsCharania) September 21, 2022