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Denver nos tiene acostumbrados a este tipo de partidos irregulares, por lo que decir que nos sorprendió sería mentira. Los Nuggets son esto. A los 10m30s del partido ganaban por 21, 34-13, parecía que sería un paseo por el parque, pero regalaron el cierre de ese cuarto, jugaron uno segundo flojo, perdieron la ventaja, en el tercero New Orleans pasó al frente, sacó 10 en el 4C y lo regaló.

A ese resumen vertiginoso habría que agregarle varios datos. Uno: en el tercer cuarto, cuando el partido se hizo exageradamente conversado, Michael Malone perdió los estribos y se fue expulsado por doble técnica. En el 4C, un 9-0 de los Pelicans dejó a Denver 10 abajo, 84-94, y parecía que el partido se iba. Entonces apareció Jokic, que entre el cuarto período y el suplementario metió 30 puntos errando solo un tiro de 2: 10/11 dobles y 10/10 libres. Majestuoso. Poder total. 

New Orleans pudo ganarlo en el reglamentario, pero falló varios libres clave, se dejó tomar algún rebote ofensivo determinante y desperdició una gran oportunidad para asentarse en el play-in. Denver, del otro lado, quedó a medio partido de Dallas y seguirá peleando por subir lo más posible, aunque no queda claro que eso le genera un mejor cruce de primera ronda, donde hoy chocaría contra Memphis. 

Nikola Jokic terminó con unos números descomunales en el 138-130 final: 46 puntos (13/17 dobles, 3/5 triples, 11/12 libres), 12 rebotes, 11 asistencias, 3 robos y 4 tapones en 42 minutos de juego. Campazzo no ingresó, luego de haber tenido 19 minutos contra Houston. 

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