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Luis Scola siempre fue tratado como el jugador serio de la Generación Dorada, dicho hasta por sus mismos compañeros. Sin embargo, de joven hizo varias bromas, y una de ellas casi le cuesta su amistad con Hernán Jasen, cuando ambos compartían equipo en Gijón, en el comienzo de las carreras europeas de ambos.

En una charla con Migue Granados en Playroom, fue el propio Luifa el que reveló la anécdota: “Tenía un programa que se metía en la computadora del otro. Con Pancho jugábamos a la computadora juntos, en red, y yo le metí el programa”. Y ese fue el inicio de una broma pesada: “Se lo hice hasta que se dio cuenta, estuvo una semana sin hablarme, me quería matar, me quería buscar todo”.

En este sentido dio detalles de lo que le hacía: “Jugábamos al Doom y yo le abría la disquetera o le imprimía cosas, le ponía mensajes, hasta que en un momento se dio cuenta que era yo y estaba re caliente”.

Por suerte lo malo quedó atrás y la relación entre ambos siguió su curso de amistad. Aquella era su primera experiencia en Europa y eran dos jóvenes con todo un mundoi por conocer. Además, fueron compañeros en la Selección Argentina en el Mundial 2010 y en los Juegos Olímpicos de 2012 y ganaron juntos el Preolímpico 2011 en Mar del Plata.