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Aunque sea tramposo elegir a una temporada en un período de más de 35 años ya, en Básquet Plus nos jugaremos a decir que la Liga Nacional 1997/98 fue la mejor de la historia, y explicaremos por qué. 

Esa temporada fue la última antes de que buena parte de la Generación Dorada partiera a Europa para dar el salto de calidad que ya habían empezado otros antes, como Marcelo Nicola, Hugo Sconochini, Juan Espil y Lucas Victoriano. Después del Mundial de Grecia en 1998, la sangría empezó fuerte y en 1999 se dio otro gran éxodo a Europa. 

Pero en esa 97/98 no solo se daba el crecimiento de los pibes que llegarían a lo más alto, sino que en la Liga seguían todavía las máximas figuras de la década anterior, como Pichi Campana, Marcelo Milanesio, Julio Rodríguez, Esteban Pérez, Esteban De la Fuente, Luis Villar, Gustavo Fernández, Gabriel Cocha, Marcelo Richotti, Sergio Aispurúa, el Loco Montenegro o incluso, ya veteranos, Diego Maggi y Sebastián Uranga. 
 

También estaban arrancando los pibes un poco más jóvenes en ese entonces, como Diego Lo Grippo, Martín Leiva, Gabo Mikulas, Román González y varios otros que también terminaron en Europa (Bruno Lábaque, Víctor Baldo, Dani Farabello, Diego Ciorciari y más. Y, muy importante, una excelente cantidad de buenos extranjeros. Anote: Alex Blackwell, Lázaro Borrell, Art Long, Steve Edwards, Eddie Casiano, Jerome Mincy, Byron Wilson, Todd Jadlow, Jervis Cole, Joe Harvell, Carlus Groves, Lucious Jackson, Michael Wilson, Nate Higgs, Corey Allen...

La perla, obviamente, era la GD, casi en pleno en el país, más otros enormes jugadores. Aquí ponemos los que llegaron a jugar Euroliga: Fabricio Oberto, Leandro Palladino, Patricio Prato, Pablo Prigioni, Rubén Wolkowyski, Gabriel Fernández, Ariel Eslava, Emanuel Ginóbili, Hernán Jasen, Nicolás Gianella, Luis Scola, Andrés Nocioni, Alejandro Montecchia, Walter Herrmann y Roberto Gabini. Ocho de los doce campeones olímpicos del 2004. 
 

Si tomamos a los argentinos y a los extranjeros, ese año hubo 12 futuros NBA, 7 argentinos y 5 extranjeros. Y ¡más de 4000 partidos en la mejor liga del mundo sumados! La cereza del postre de ese 1997/98 fue la final de la temporada entre Atenas y Boca. Los Xeneizes dieron el salto de calidad necesario y apostaron a jugar de locales en el Luna Park, que reventó como nunca antes, con miles de hinchas cordobeses, que disfrutaron le exhibición de Atenas para coronarse campeón 4-0. Fue hace 24 años, pero esa final está todavía en la retina de todos. Como si se hubiese jugado ayer. Una Liga inolvidable.