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No hay dudas que Víctor Cajal es un referente del ascenso, sobre todo de la Liga Argentina/TNA. Con 332 partidos, es uno de los mayores asistentes de la historia de la competencia. Ahora, a sus 41 años, la vida le regaló una chance de luchar por el ascenso en la Liga Federal con Sportivo Suardi y hasta la chance de compartir equipo con su hijo Joaquín, ficha juvenil del conjunto santafesino. Este domingo comenzará la serie ante Unión de Mar del Plata y el santiagueño llevará una vez más los hilos del equipo en busca del sueño de toda una comunidad.

.¿Cómo vivís este enorme momento de Suardi?

-La verdad que lo vivo con una enorme alegría principalmente, son varios los motivos pero fácil de saberlo, lógico por jugar junto a mi hijo y por la instancia en la que estamos, no es común. Ni en mis mejores finales lo imaginaba así a mi carrera.

.¿Cómo fue tu llegada al club?

- Mi llegada al club fue de pura casualidad, estaba en Bolivia jugando, y mi hijo vino a probarse al club en una prueba y quedó, justo antes de comenzar el Prefederal ellos estaban buscando un base mayor y yo volvía de jugar de la liga de Bolivia. Le consultaron a mi agente si me interesaba la propuesta y después de hablar con mi hijo para que me dé el okey, porque como era su primera experiencia fuera de Santiago, no quería invadir su espacio y su comienzo en la carrera. Pero apenas le dije se alegró y me autorizó a que pueda negociar para sumarme al equipo.

.¿Cómo vivís esta previa de una final por ascenso a tu edad?

- La vivo como siempre, disfruto el día a día, ese cosquilleo en el estómago, junto a la ansiedad con tranquilidad que produce una final, pero esta vez con el condimento extra de divertirme con mi hijo y amigos en las prácticas y vestuarios.

.¿Qué significa a esta altura de tu carrera?

- Significa muchísimo por muchas cosas, de las principales es mantener la competencia con chicos que les llevó el doble de edad. Estar vigente no es fácil hoy en día y esto quiere  decir que tanto esfuerzo y trabajo dieron sus frutos, cada gota de sudor u horas de entreno en los días libre valieron la pena.

.¿Cómo ves la categoría después de mucho tiempo en la Liga Argentina?

- Es una categoría que viene creciendo año tras año en lo físico, por ahí es lógico la falta de lectura o interpretación en el juego, propio de la edad de la mayoría de los jugadores jóvenes, pero a diferencia de la liga argentina creo es mucho más difícil llegar a la final, son muchos equipos y bastantes se arman para pelear por el ascenso.

.¿Qué te motiva a seguir jugando?

- La mentalidad principalmente, creo que cuando sienta que me da lo mismo jugar por jugar no sería yo, en todos los equipos que jugué fui igual, sin importar el club o los nombres de compañeros quería ir hasta el final y competir siempre, aparte que este año tener la posibilidad de estar con mi hijo, quería que sea la mejor en lo posible y gracias a dios hoy estamos en una final juntos para que vea lo duro, difícil que es llegar, pero más que nada que vea lo que debe trabajar para lograrlo. Nada mejor que enseñar con el ejemplo que hablando, él sabe las horas de entrenos y los pocos días libres que nos tomamos.

.¿Qué significa para vos compartir equipo con tu hijo Joaquín?

- Significa todo, literalmente, el tiempo que lo perdí jugando afuera cuando él se quedaba en Santiago con la madre, sé que no lo voy a recuperar, pero la oportunidad de vivir un año con él en un equipo cuando ahora el empezaba a jugar afuera y yo me quedaría en Santiago, todos estos momentos vividos, compartidos fueron un regalo enorme que me da la naranja. Siempre digo que soy un agradecido al deporte y a la naranja porque todo lo que conseguí, viví y disfruté creo demasiado (risas), pero hermosos de verdad. Esto nunca lo imagine ni lo busqué, se dio así en el final de mi carrera y solo queda agradecer a todo, a dios, el deporte, la vida y toda la gente que me ayudo a ser lo que soy hoy en día.

Alejandro Malky / [email protected]
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