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Estados Unidos obtuvo su sétima medalla de oro de la Americup en 2017 al vencer en la final a Argentina por 81-76 en el Orfeo Superdomo de Córdoba. Los norteamericanos se habían al torneo con un equipo de tercer orden: 11 habían militado NBA G League, siete jugaron en el extranjero y solo seis disputaron al menos un partido en la NBA. Es así que el MVP de esa edición del torneo salió de esa lista sin figuras destacadas y fue Jameel Warney.

Para cuando llegó la convocatoria, Warney era una auténtica estrella del básquet universitario en Estados Unidos. Llevó a los Stony Brook Seawolves a jugar por primera vez en su historia el torneo de la NCAA y es el líder del programa universitario en casi todos los apartados. En total, disputó cuatro temporadas con el equipo de la mencionada universidad neoyorkina y su número 20 está retirado. Además, consiguió el MVP de la Conferencia Este de la División I de la NCAA.

Lo más curioso es que con todos estos laureles, el paso de Warney por la NBA fue olvidable y comenzará un ciclo de idas y vueltas con una franquicia de la liga.

Tras no ser elegido en el Draft 2016, se unió a Dallas Mavericks pero fue despedido después de disputar solo tres juegos de pretemporada. Es así que terminó jugando con Texas Leyends, el equipo de los Mavs afiliado a la G-League y promedió 17.3 puntos por partido, lo que hizo que la franquicia se fijara en él y volvieran a ofrecerle un contrato. Sin embargo, volvieron a cortarlo antes de empezar la temporada 2017-2018.

Ese año 2017, el ala-pivote ya había conseguido la Americup con la Selección de Estados Unidos el 4 de septiembre al vencer a la Argentina y hasta fue elegido el MVP del torneo, aunque eso no pesó para los Mavericks. Es así que volvió a los Leyends donde fue incluido en el primer equipo All-NBA G League tras promediar 19,9 puntos y 9,6 rebotes por partido, y los Mavs lo volvieron a llamar. Sí, por tercera vez. Parecía que Warney finalmente vería acción en la NBA y firmó un contrato por 10 días.

Warney hizo su debut en la liga el 11 de marzo de 2018 contra Houston Rockets jugando ocho minutos y anotando 5 puntos y 4 rebotes. Después, jugó ante los Knicks en Nueva York el 13 de marzo y anotó 8 puntos, el máximo de su carrera en la NBA, en 12 minutos. Eso no fue suficiente y los Mavericks eligieron no renovarle el contrato.

Es así que comenzó el periplo del jugador que hoy tiene 28 años. Se fue a China para jugar en los Dragones de Anhui, pero una grave lesión en la rodilla hizo que eligiera regresar a Estados Unidos. De vuelta en América, los Westchester Knicks, filial de la G-League de la franquicia de la Gran Manzana, confiaron en él y lo ficharon en enero de 2019. Firmó 20 puntos y 14 rebotes ante los Windy City Bulls, en lo que fue la primera victoria en playoffs del equipo en su historia, y otra vez, Warney llamaba la atención del planeta básquet.
 

El 17 de julio de 2019, un destino exótico volvía a llamar a la puerta de Warney. Los SK Knights de Seúl firmaban a la estrella del básquet universitario y de la G-League. Actualmente, continúa en Corea del Sur y es el vigente campeón de la liga de aquel país. Finalmente, el jugador que anotó 21 puntos y obtuvo 7 rebotes aquella noche en Córdoba frente a la Argentina y fue elegido MVP de la Americup (el máximo anotador fue Nicolás Brussino con 26 tantos) parece haber encontrado su lugar en el mundo.