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Dražen Petrovic, considerado un genio con una personalidad desafiante, se convirtió en una gran pesadilla para los jugadores del Real Madrid durante los años 80. Su paso por la Cibona fue especialmente notable, y en la Copa de Europa de 1985, dejó una huella imborrable al anotar 44 puntos en un partido contra el Madrid, que terminó completamente enfurecido con el croata tanto dentro de la cancha como en las tribunas. Al final del encuentro, Petrovic escupió a Fernando Martín, cuando este último fue en busca de hacer las paces. Un gesto que dejó una marca profunda en el vestuario blanco.

Este incidente alimentó la animosidad entre Petrovic y el Real Madrid, especialmente entre los jugadores como Fernando Martín, quien esperaba con ansias cada enfrentamiento contra la Cibona para vengar lo ocurrido. Cuando se hizo oficial su fichaje por el Madrid en 1988, muchos de sus compañeros no podían creerlo, ya que la relación con el jugador croata estaba marcada por ese odio, y se especulaba que su destino podría haber sido el Barcelona debido al rechazo que generaba en los aficionados españoles, en particular en Madrid.

A pesar de su llegada al club, Petrovic consiguió adaptarse al vestuario y, en su única temporada con los blancos, conquistó la Copa del Rey y la Recopa, antes de marcharse a la NBA. Sin embargo, su deseo de abandonar el Madrid al final de esa temporada no fue bien recibido por algunos jugadores, como Fernando Martín, quien nunca olvidó el incidente del escupitajo. El destino los unió en el Madrid y por sus enfrentamientos en cancha. Fueorn pioneros en la NBA y finalmente la vida de ambos terminó de forma similar. Los 2 murieron en accidentes de tráfico y dejaron un vacío inmenso en el baloncesto mundial.