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Quilmes se quedó con un duelo tremendo ante Argentino por 87-81 este domingo y se clasificó a las semifinales de la Conferencia Sur de la Liga Nacional 2014/15. El equipo marplatense superó un durísimo escollo en el quinto punto de la serie en Junín, levantando un partido que había comenzado perdiendo por catorce unidades (30-16) pero dándolo vuelta con mucha actitud y empuje.

Rubén Wolkowyski fue uno de los grandes protagonistas de la noche. El histórico interno que se bañó de oro con la Selección Argentina en Atenas 2004 fue partícipe exclusivo del momento de inflexión del partido, encestando un excelente triple que empezó a definir la historia en los minutos finales. El Colo no tuvo mucho tiempo en cancha (solo jugó 1m9s) y en su primera acción del juego tuvo una pérdida por mal pase, pero con esa bomba que clavó le dio más tranquilidad al Cervecero y sacó a relucir toda su experiencia en los momentos picantes.

Después del fantástico éxito marplatense y preparándose para regresar a Mar del Plata en un viaje de seis horas, Wolkowyski tuvo un breve dialogo con Básquet Plus repasando su momento decisivo. Felicidad, desahogo y mucha humildad en uno de los inoxidables de la Liga.

- Entraste en el momento más caliente y tuviste ese triple inmenso, ¿Qué te sentiste en ese momento?

. (Risas) La verdad es que fue en el momento justo, tomé la decisión y por suerte fue buena. Ganar el partido y que gran parte de eso sea por esa jugada me pone muy contento y te da confianza para seguir adelante.

- No te tembló la mano... ¿Cómo viviste el partido?

. Se viven con muchos nervios. Cuando jugás este tipo de partidos, en esta instancia, siendo definitorio y encima jugando desde afuera, uno no deja de ponerse nervioso aunque tengas mucha experiencia. Te corren muchas cosas por las venas.

- Imposible no ponerse nervioso pero, ¿Todavía pasa a pesar de toda tu experiencia?

. Sí, claro. Creo que cuando uno siente ese cosquilleo, esas ganas de ganar y tiene nervios cuando entrás a jugar o cuando estás en pleno partido, más en una fase eliminatoria, el parámetro que maneja uno está dado según el interés que lo motiva. Y la verdad es que el básquet siempre fue mi vida, me dio muchas cosas. Por ahora yo sigo sintiendo el gustito de entrenar y entrar en una cancha, y eso significa que todavía tengo ganas de estar. Como vos decís me sigo poniendo nervioso, el día que pierda eso tendré que dar un paso al costado.

- ¿Fue una linda revancha que te tomaste después de la pérdida que tuviste en la primera jugada?

. Lo que pasa es que con la experiencia vas aprendiendo que hay jugadas que te pueden salir mal pero que tenés que dejarlas ahí y que una vez que suceden son parte del parte. Por suerte después de esa jugada tomé ese tiro y se metió, y la verdad es que me pone muy feliz por todos, por Quilmes y por las personas que siempre nos acompañan. He recibido mucho cariño en los últimos días de la gente y eso me hace sentir bien.

- Fue uno de esos partidos chivos y dignísimos de una definición. Palo a palo y casi sin margen de error. ¿Fue tan dramático a cómo se vio desde afuera?

. Es que toda la serie fue así, no es que haya sido solamente este partido. Todos los juegos se dieron así de cerrados porque nos tenemos bastante estudiados, ellos se hicieron fuertes acá en los primeros dos partidos y nosotros lo hicimos de local, y ahora el quinto era un partido aparte porque no había ventajas para ninguno. Por suerte se nos dio a nosotros y ahora lo podemos disfrutar mucho.

- Con el adicional que ganaron ante un público tremendo...

. Sí, pero fijate que hoy nosotros tuvimos casi 200 personas que vinieron desde Quilmes para alentarnos y eso se sintió en todo momento. La verdad es que el apoyo de la gente que estuvo con nosotros ahí fue muy importante.

Lucas Leiva / [email protected]

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