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El último fin de semana el Virtus Bologna sufrió una dura derrota en condición de local: 67-78 frente a Oriora Pistoia, el último de la tabla de posiciones de la Serie A. De esta manera, complicaron sus posibilidades para meterse en la postemporada, ya que actualmente ocupan el puesto 11 como consecuencia de un récord 12-13. A falta de cinco fechas, están a dos juegos de distancia del último equipo que iría a playoffs, con varios equipos en el medio. 

Luego del partido, varios jugadores decidieron ir a una fiesta y las redes sociales se encargaron de viralizar su presencia, algo que no cayó para nada bien en la dirigencia de la institución, que apenas horas después emitió un duro comunicado: "La Sociedad Virtus Pallacanestro Bologna, a través de videos publicados en las redes sociales, observó que algunos jugadores, después de la derrota el domingo pasado en casa contra el Pistoia, fueron a Milán, donde se quedaron hasta altas horas de la noche entreteniéndose en clubes nocturnos. La compañía, la gerencia y el cuerpo técnico se desvincula y estigmatiza la actitud inequívocamente documentada y comprometida en violación de las obligaciones de comportamiento impuestas a los jugadores profesionales. Las acciones implementadas por los involucrados afectan seriamente las reglas éticas y culturales de Virtus Basketball, además de ser irrespetuosas en los tiempos y en los caminos hacia los fanáticos y toda la ciudad. Por este motivo, Virtus Pallacanestro adoptará sanciones contra los atletas involucrados que determinará junto con sus abogados en los próximos días".

Este escándalo explotó cuando falta menos de un mes para la realización de la Final Four de la Champions League, en Amberes, instancia definitiva en la que el Virtus Bologna ha logrado ganarse una plaza.