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Mi Club de Barrio

Victoriano: "La vida de club te da todos los valores para ser un buen ciudadano"

18:59 06/04/2017 | Lucas habló con Básquet Plus sobre sus orígenes en Alberdi de Tucumán. Sus inicios, su vínculo inquebrantable por el club y el deseo de levantarlo.

Un joven Victoriano, siempre ligado a la historia de Alberdi
Si tenemos que encontrar referentes muy ligados a la historia de sus respectivos clubes, sin dudas que uno de los nombres célebres que se nos vendrán a la memoria es el de Lucas Victoriano. El tucumano, talentosísimo base internacional que desde muy chico comenzó sumando experiencia y kilómetros de viaje, es uno de esos personajes que es producto 100% genuino de la vida de club. No es para menos ni llama la atención, parte de una familia muy ligada al deporte desde siempre y un referente que hasta el día de hoy mantiene fuertes lazos con el club que fue su cuna: Alberdi.
 
Si bien debió desarrollar su carrera lejos de su provincia natal (a los 18 años su enorme proyección ya lo llevó a jugar Liga Nacional con Olimpia de Venado Tuerto), Lucas jamás olvidó sus orígenes y de hecho es algo que actualmente lo tiene muy presente. Lo vive a diario en su querido Alberdi, donde a finales del año pasado regresó para formar parte de la dirigencia de club y tratar de levantarlo.
 
Por eso no caben dudas que estamos ante un vínculo fuertísimo, inquebrantable, de amor y lealtad que nunca se vio alterado independientemente de la exquisita trayectoria que hubo en el medio (además de Olimpia y sus muchos años en los seleccionados argentinos también hay que contar su nutrido paso por España con Real Madrid como gran bandera, más Lleida, Girona, CAI Zaragoza, dos temporadas en Italia y un regreso a Argentina donde pasó por equipos como Lanús o San Martín de Corrientes). Incluso siempre volvió a su querida tierra, recordando su paso por Independiente de Tucumán en el 2013. Nada alteró su fidelidad.
 
Ese es un poco el compromiso constante que muestra Victoriano, no solo para Alberdi sino para todo el básquet tucumano. Por eso, en diálogo con Básquet Plus y en otra historia de Mi Club de Barrio, el medallista de plata del mundial 2002 recordó su infancia en Alberdi, las vivencias de allí que le permitieron formarse como persona y el proyecto que encara para darle bases más sólidas a su amado club.
 
- Los fuertes vínculos de una persona con el club, por enseñanzas, vivencias y casi te diría decantación del tiempo que uno pasa ahí desde chico, son formadores de vida. En tu caso con Alberdi imagino que esa relación es muy fuerte, demasiado por ese ida y vuelta que existe incluso hoy en día. ¿Cómo es esa historia?
. Yo soy un producto 100% de club. Mi viejo jugaba al fútbol desde pibito, llegó a primera división y casi se va a San Lorenzo. No lo dejaron ir porque en ese momento no era habitual que la gente se vaya a otro lugar tan lejos. Después a la larga eso me terminó beneficiando porque cuando me vinieron a buscar a mí él se puso en mi lugar, pensó que había perdido una oportunidad y por eso a mí no me afectó para poder irme. Y mi vieja también jugó, juega hasta el día de hoy, con las veteranas, teniendo su amistad y grupo donde son todas de 60-70 años. Viene a tomar mate día por medio, después de ir al club a tirar al aro, ellas le llaman entrenamiento pero no llegan a eso jaja. Por eso esa vida la he consumido mucho, y ahora tengo a mi sobrino acá en divisiones formativas. Respeto demasiado la vida de los clubes. Creo que en muchos casos estuvieron olvidados durante mucho tiempo, ahora están intentando reflotarlos porque se ha puesto una especie de latiguillo para los políticos el hacer deportes. Un poco tarde, pero lo importante es que se puede arreglar y solucionar, se puede volver y levantar los clubes.
 
- ¿Eso también es lo que hace que hasta el día de hoy sigas tan arraigado a esa vida?
. Es que obviamente que soy pro club, puro club, no conozco otra vida. Mi vieja siempre quiso que vaya ahí para hacer mis amistades, ahí te enseñan valores. El básquet en sí es un deporte muy completo para la vida social, porque de cara a la sociedad te mejora el tema disciplinario, la humildad, el compañerismo, el no ser egoísta, el trabajo de equipo, en saber que cada uno tiene que hacer su rol, en saber que uno no es el mejor para todo porque el tira bien capaz que no bota bien y el que bota bien capaz no tira bien, entonces te ayuda a equilibrarte y no pensar que sos Superman. Y sobre todas las cosas, el club te mantiene en un ambiente aislado a los vicios y tentaciones que te pasan al estar en la calle todo el día, con el tema sobre todo de la inseguridad que hay hoy en el país. Creo que los clubes, para los políticos, están intentando que sea un lugar más seguro y donde se pueda dejar a los chicos con tranquilidad. Queda mucho trabajo por hacer todavía, creo que hemos perdido mucho tiempo a nivel Estado para darse cuenta de que el deporte no solamente te puede alejar de los vicios y una sociedad más agresiva, y de que te puede alejar de toda esa mala vida, sino que también te acerca a la buena vida, te saca del sedentarismo, te saca de problemas de salud a corto o largo plazo. Entonces por eso también tiene que ver con el Estado desde el lado del Ministerio de Educación, con el de Salud y con el de todos, porque el deporte en sí al fin y al cabo creo que es uno de los puntales más altos para la educación de la sociedad.
 
- Contame algo de lo que fue esa época de niñez, ¿qué recuerdos se te vienen a la mente?
. Recuerdos en particulares no se me vienen a la mente, pero por ejemplo sí te digo que lloraba cada vez que llovía porque no se podía entrenar, lloraba porque por culpa de la lluvia no podía entrenar en el club. Eso es algo que siempre me acuerdo. Lo demás me ayudo bastante con las fotos. Yo soy mellizo de una mujer y mi vieja jugaba cuando estaba embarazada de nosotros, jugó hasta los 5 meses más o menos hasta que le dijeron que pare un poco porque se le notaba mucho, y después cuando nací siguió jugando. Tengo una foto con una pelota enorme en la mano, a los 4 era la mascota del equipo de primera porque mi primero estaba jugando ahí, o sea que toda mi vida fue dentro de un club. Como te decía, no conozco otra vida que no sea ligada al club.
 
- ¿Cómo era la rutina? ¿Era de la escuela al club y viceversa?
. Normalmente en un club del interior no se lleva la misma vida que en los de Buenos Aires por el tema de distancias. Es muy difícil que por ejemplo haya un club con restaurante para el mediodía, pero lo que sí hay es por ejemplo las cantinas para la noche, que te comés un sándwich o algo cuando hay partido. Esa vida también la tengo presente, la he vivido y me ha gustado mucho. Es un poco lo que queremos hacer ahora en el club nuestro. Pero me acuerdo que cuando era chico mi tío, que era el que me llevó a jugar básquet porque mis padres decían que tarde o temprano iba a ir, me hizo un aro atrás en el fondo de casa. Entonces ahí yo me mataba ahí todas las mañanas, iba a la tarde a la escuela pero a la mañana me la pasaba jugando con ese aro. Incluso jugaba con mi tío esas las mañanas, lloraba porque perdía entonces él después se dejaba ganar, típico jaja. Después cuando fue pasando el tiempo la canchita de atrás de mi casa se hizo famosa porque iban todos mis amigos, y de ahí sí terminaba del jardín, me iba al club y salía cuando venían mis viejos. Podía ser a cualquier hora, ya sea 8 y media como también 11 y media si había partido de primera. Tengo la infancia plagada de recuerdos así, como cuando los domingos de vacaciones que el club no abría entonces nosotros nos metíamos por debajo del portón o por el techo de alguna casa. Lo importante era estar ahí adentro jugando. En esa época justo se dio que no solo siempre fue un club de barrio sino que a todos los chicos nos jugaba jugar al básquet, más allá de que había otros clubes con otras cosas por ahí cerca, y nos gustaba eso porque todas las familias de cada uno también estaban vinculada al club. Fue como un círculo del cual era difícil escaparse, estabas predestinado a estar en el club.
 
- ¿Qué otras actividades tenías?
. Había patín, que ahí patinaba mi hermana, y después lo que tenía mucha vida porque todo el rato había mucha gente era el básquet femenino, que todavía hay. Con el femenino y el masculino siempre tenías las canchas ocupadas, entonces al costado de la cancha colgaban aritos y ahí es donde jugábamos nosotros cuando dejábamos de entrenar. Cuando ya me fui haciendo más grande, tipo 9 años, ya jugaba en U13 porque acá no había tanta cantidad de chicos entonces jugabas categorías más arriba; o con 11-12 que jugaba en cuatro categorías, lo que llevaba a que esté todo el día en el club jugando partidos o con entrenamiento. Imagino que son experiencias que todos los clubes del interior deben tener, muchos chicos deben vivirlas. En Buenos Aires desconozco cómo es la situación porque es más grande, son más chicos y hay otras actividades, pero ojalá que también allá los chicos puedan internarse en el club.
 
- ¿Y eso cómo actúa con cambios que ha tenido el modo de vivir básicamente? ¿Hoy con más atracciones como la Play o la compu que quizá te alejan de los clubes añorás mucho esa época tuya de chico?
. Sí, obviamente que cambió la vida y va todo evolucionando. Vos antes tampoco te enterabas de los partidos, no podías ver NBA, entonces los chicos dejaron de ir tanto al club pero también están consumiendo básquet mucho más que lo yo consumía. Antes no veías muchos partidos de otro equipo, no veías un nivel superior, tenías que hacer un esfuerzo enorme para ver un partido de Liga Nacional. En Tucumán al menos yo no recuerdo sentarme en el club a ver un partido de Liga Nacional. Es verdad que esto te da una cosa y que a su vez te quita otra, que hoy cosas como la PlayStation y demás cosas que te entretienen hacen más difícil ver más chicos en el club pero también está en nosotros en que nos podamos adaptar a lo moderno. En ese sentido sí que hago mucha autocrítica. Nosotros no podemos seguir creyendo o pretendiendo que los chicos no tienen corazón porque no van a tirar al club cuando nosotros sí lo hacíamos. Es verdad que nosotros veníamos, pero también es verdad que no teníamos otra cosa para hacer, teníamos que ir al club sí o sí. La situación se está poniendo un poco diferente a la que nosotros estábamos viviendo.
 
- ¿Cómo cambiás eso para atraer un poco más a los chicos?
. Haciendo cosas, trabajando, haciéndolo entretenido. Si nosotros no hacemos entretenido un entrenamiento, si hacemos como se entrenaba en mi época que yo tiraba bandeja y había otros siete esperando en la fila obviamente que alguno de esos chicos no va a querer volver más. Uno también se tiene que actualizar, empezar a consumir entrenamientos, ir a ver a otros entrenadores, aprovechar que ahora hay clínicas por todos lados e internet para enterarte de cosas que estén divertidas y que los chicos que trabajen sean ocho y que uno descanse porque tampoco los podés matar. Entonces hay que cambiar también la filosofía y la mentalidad. Yo muchas vengo a ver acá a ver entrenamientos porque me encanta, porque uno saca y aprende ejercicios de cualquier entrenamiento y división, y te das cuenta de esto que te digo, que hay muchos entrenadores que siguen con lo que lo llamo "entrenamiento pasivo" donde vos tenés 1 hora o 1:15 para entrenar pero el chico está en actividad solo la mitad. Ahí es donde creo que tenemos que cambiar, darnos cuenta que tiene que ser al revés, hay que hacerlo más divertido. Y después saber en qué niveles están, cómo es el club, dónde vas a estar. Los chicos de la escuelita no pueden jugar con el aro de mini porque se les hace enorme o la pelota chica porque también se les hace enorme. A un chico que recién llega al club no lo podés mandar a jugar al básquet ya sin que cortine, sin que tenga el agarre o maneje el elemento porque se aburre, se frustra y se va. Hoy nosotros competimos contra otro deporte como el fútbol que es el rey de Argentina, y cualquier chico que no sepa jugar, que no cortine y demás, se pone una camiseta, hace de arquero y está contento porque le pegan mil veces al cuerpo y alguna ataja. Ese chico no va a querer jugar al básquet porque se frustra, tiene que picar, tiene reglas, no puede picar de nuevo... entonces lo primero que hay que hacer es traer un proyecto, una idea, de que cuando los chicos empiezan a jugar, que son chiquitos de 5-6 años, que la mayoría, porque siempre hay alguno que juega bien, empiecen haciendo ejercicios que no sean dificultosos, hacer que los elementos sean fáciles de dominarlos como una pelota y aro más chicos, lo que sea para que ellos se sientan bien y contentos. En eso creo que nosotros no hemos progresado. Por eso siempre hay que hacer una autocrítica, no hay que echarle la culpa a la sociedad y decir que es lo que nos tocó. Hay que ponerse las pilas. Muchas veces los chicos se quieren perfeccionar y los monitores tampoco tienen tiempo o dinero, no se les da bola a los que necesitan. A veces cuando los padres mandan a los chicos a una clase de guitarra o baile, pagan lo que les piden, los dejan ahí y parece que son los mejores del mundo; pero en el básquet a los profesores les pagamos 2 centavos y queremos que sea educador, buen entrenador y que también sea rubio de ojos claros. Entonces por otro lado también tenemos que armar otro departamento, donde se les dé importancia a los entrenadores de categorías formativas, que no sea el típico de educación física. No tengo nada contra ellos, pero muchas veces no están capacitados para enseñar paso a paso el básquet. Así, con todas estas cosas que te digo, creo que va a ser la manera de tener mayor cantidad de chicos, tratar de que el Ministerio de Educación ponga para que se jueguen intercolegiales, que en todos los colegios pongan aros de básquet. Hay un montón de cosas para hacer, hay que trabajar, y creo que todos los que somos amantes del básquet y estamos metidos en esto tenemos que ver la manera de ayudar desde donde sea.
 
- Es una cuestión más de ocuparse que de buscar excusas.
. Exactamente, no buscar la comodidad. Por ejemplo, si yo no quiero que mi hija me moleste porque estoy ocupado le doy la tablet, me hace dibujos todos los días y nos sentamos en el sillón, y seguramente se va a decir que la culpa es de la tecnología, de la tablet, porque tiene 3 años y la maneja súper bien. Pero está bien que la maneje súper bien porque la vida para ahí, yo no puedo detener eso, lo tengo que aceptar, va a tener cosas que la sociedad te va dando.
 
- Es que por otro lado si le impedís lo tecnológico o nuevo la aislás del mundo moderno.
. Claro. Primero es una cuestión de tiempo y de intenciones, porque también soy consciente de que hay chicos que tienen padre y madre que trabajan y es difícil que se les pueda dar el tiempo que realmente necesitan. Por eso creo que no hay que quedarnos estacionados en que la sociedad es así, lo que sí hay que hacer es ponernos a laburar desde la parte nuestra en ver qué es lo que podemos hacer. Que cada uno en su club piense que un chico que entra no debería irse más, tenés que buscar que le guste y apasione el club. A lo sumo lo vas a obtener de él es que vaya a ser un ciudadano de bien, un vecino de bien, que ayude en todo; y si puede llegar a primera mejor; y sino puede ser un dirigente que va a transmitir nuevas cosas y va a tener que colaborar con el club para que no se muera. Cuando jugábamos acá había dos chicos que jugaban y mi tío les decía que iban a ser excelentes dirigentes porque les gustaba contestar, les decían "entra por la derecha" y ellos respondían "¿y la izquierda?"... y mirá cómo son las cosas que ahora los dos están en el grupo de dirigentes de acá del club, y yo me cago de risa porque los cargo de que llegaron a juveniles nomás pero para gestionar y demás están predispuestos y les gusta.
 
- Justamente te iba a preguntar por esto último, ¿Cómo está el club hoy?
. Hasta noviembre del año pasado, que yo había venido a ver a mi sobrino entrenar, me daba pena ver al club lo deteriorado que estaba. Muy poca luz, muy pocos chicos, no había padres en las tribunas y demás cosas, creo que todos los que amamos al club nos encontrábamos con esa realidad al entrar. Entonces decidimos hacer una reunión, no tuvimos hacer demasiado porque empezaron a salir ideas, temas que podíamos hacer entre nosotros porque somos jóvenes y tenemos fuerza. Así fue como organizamos una comisión, hoy el club está con todos los papeles, recibiendo subsidios, va por la Liga C, hemos duplicado chicos... por eso repito que acá no hay que llorar sino hacer las cosas... y en eso estamos nosotros, haciendo. Recibimos contras, que hasta son contras del mismo club, de la gente que no ha hecho nada durante 20 años y saben que con un poquito de ganas podés hacer, van de contra porque ellos no hicieron las cosas entonces tampoco quieren que vos las hagas. Lamentablemente es lo que pasa en esta sociedad. Entonces por eso te digo que acá hay que hacer, no tenés otra, no hay que lamentarse. Yo soy más de esa idea. No puedo hablar para convencerte de algo, pero vamos y vamos, porque con los hechos te convenzo a vos y a todos los demás. Acá pasó eso mismo, apenas entramos el club cambió completamente, y eso hace que se acerque mucha más gente, que ve al club como algo interesante. Ahora presentamos una carpeta para jugar Liga C, pero no es esa carpeta donde decimos que queremos jugar este año y que se acabe, sino que es una carpeta a cinco años de plazo, con las condiciones y limitaciones que tenemos acá porque esto no es Liga Nacional ni Bahía Basket. Acá en Tucumán, en el barrio tenemos cinco equipos, entonces no es fácil que se crezca tanto. Para nosotros duplicar chicos era un mérito pero tampoco era muy difícil al haber muy pocos, y ahora por ejemplo también queremos ver si hacemos convenios con colegios. Son un montón de cosas para hacer que estén al alcance nuestro, no tenemos que quedarnos estacionados nunca.
 
- ¿Y cómo creés que lo ven los demás clubes de la zona las iniciativas que tratan de fomentar ustedes ahí en Alberdi?
. Mirá, no sé si fue efecto dominó, algo que se tenía que dar o tiene que ver con esto que vos decís de que habrán visto que en Alberdi se meten jóvenes y hacen las cosas, pero hoy también cambiaron de dirigencia en tres clubes. Llegaron todos pibes de esos clubes y formaron una comisión como en su momento pasó con nosotros acá en Alberdi. Con ellos tenemos una relación muy grande, ahora más todavía porque queremos que todas las cosas que podamos llegar a conseguir las hagamos juntos. Yo no puedo ni quiero ir a pedir o intentar conseguir algo para Alberdi solamente y que los cuatro de equipos de cerca de mi barrio desaparezcan, porque sino ¿con quién va a jugar Alberdi? Yo también que esos cuatro clubes vayan para arriba, que se muevan y mejoren. Mi idea es siempre ir para arriba y ayudarnos entre todos, y estamos en ese proceso de comunicación para que el día de mañana cuando vayamos a pedir al Estado un subsidio, en vez de pedir un subsidio para un club pedimos para que se paguen los árbitros durante el año por ejemplo, entonces las divisiones formativas no van a tener que pagar 1500 pesos todos los sábados para jugar. Así es como ayudás al club indirectamente, que venga un sponsor que dé agua, que venga otro y que por un porcentaje bajo se lleve lo de las camisetas de todos los clubes... me parece que va más por ahí. Me parece que en casa hay que tener un orden, en el club hay que tener ese orden, para que todos los demás clubes también se beneficien y que piensen en un bien común. Sino no vamos a progresar, Alberdi puede llegar a progresar un poco solo pero después se va a quedar estancado porque los demás no acompañan, entonces hay que hacerlo todo para que sea en conjunto y por un bien común. Boca es Boca porque está River, River es River porque está Boca; Real Madrid es Real Madrid porque está Barcelona y viceversa, entonces uno si tiene un rival directo va haciéndose mejor. Todos tienen un rival, aunque no sea tan vistoso por así decirlo, porque Alberdi tendrá un rival, Central Córdoba tendrá otro rival... Quimsa y Olímpico son otro ejemplo. Entonces siempre vas a tener uno con quien competir obvio que sanamente, y eso es lo que te va a llevar a crecer en conjunto. Me parece que hay que dejar ese egoísmo de decir "mi club es mejor" porque al final las cosas se dejan de hacer. Acá siempre son aventuras las que se hacen para jugar el TNA o el Federal, porque no hay una estructura formada y asentada para sostener un equipo de TNA. Ser equipo de TNA es tener experiencia, haber pasado malos momentos, haber elegido mal, haberse equivocado, casi descender, ahora ya no, poder casi ascender... Tener experiencia no significa jugar una temporada para ver qué pasa, que te vaya mal y a los cinco años probar de nuevo y pasar por lo mismo. Acá en Tucumán suele estar así, y ojalá que ahora se puedan asentar equipos como Mitre que está en el TNA o Talleres y Nicolás que están en el Federal. Que se puedan asentar y que dentro de 4 años tengamos cuatro equipos en el Federal, dos o tres en el TNA y que ojalá pueda haber uno en Liga. Pero hoy estamos lejos de eso porque no hay una estructura. Ojalá que nosotros podamos hacer una estructura en el club para que dentro de 5 años podamos optar a ser un equipo de TNA con sueños de Liga.
 
- ¿Inevitable preguntártelo pero se puede hacer una comparación Argentina-España en este manejo? En el sentido de imitar o tomar como modelo cosas que ellos tienen en su estructura.
. Sí, pero es muy difícil hacer una comparación porque la estructura y la sociedad son dos cosas muy diferentes. El básquet colegial en España está muy arraigado, los chicos tienen una actividad dentro de las horas de clases que es básquet, juegan en el colegio e incluso cuando están en preescolar juegan al básquet porque tienen como una especie de opción para ir metiéndose. Después recién de ahí se van para los clubes, los clubes son polideportivos municipales que tienen tres canchas divididas con parquet del mejor nivel, tienen gimnasio, pileta... las organizaciones son diferentes. La organización de las federaciones también es diferente porque en la de Madrid, que es donde yo estuve metido, hay como 240 clubes, juegan por fase, clasificación de divisiones formativas. Si la temporada anterior el U15 no estuvo dentro de los mejores 64 se va a la tira B aunque ese jugador sea bueno. Tiene una organización muy distinta. Se pueden transferir algunas cosas, como el tema de los horarios, la limpieza, el tratar de buscar que los árbitros sean mejores rentados, que tengan un seguro y obra social, que puedan venir los planilleros y afiliarse a los árbitros para que estén más contenidos... esas cosas sí se pueden hacer, mejoras que son importantes pero que quizá no sean tan vistosas. Después la organización es completamente diferente porque también somos países diferentes. Hay cosas para transferir y poder copiar, pero por ejemplo hoy es muy difícil que mi club de acá Alberdi se compare con el mi club de allá de Madrid que era Pozuelo. Pozuelo, por ejemplo, por tierra y territorio, es el municipio con mayor renta per cápita de España, así que es muy difícil buscar una comparación.
 
- Para cerrar vuelvo un poco a lo que hablábamos al principio. ¿Cómo definís lo que es una vida de club?
. Para mí la vida es lo que continúa después de una vida de club. Para un chico salir a la vida fuera del colegio, del trabajo y la responsabilidad es algo que ya lo tuvo que vivir adentro del club. Porque en el club vos tenés tus responsabilidades, tus obligaciones, tu compromiso, tu ubicación, el saber dónde estás, tenés tu disciplina... para mí el club te da todos pero todos los valores juntos para ser un buen ciudadano y para que el día de mañana, cuando termines de estudiar y tengas que salir al mundo, tengas la capacidad para saber que hay cosas malas que se pueden superar, que no siempre te van a tocar las buenas, que va a haber malos y buenos momentos. Te va a enseñar a que no hay que estar de fiesta porque hemos ganado 5-6 partidos, que en la vida sería una especie de no pensar que porque conseguiste trabajo ya está sos el mejor. Creo que es al revés de como me preguntaste, porque la vida de un ciudadano va posterior a lo que es la vida dentro de un club, y la vida de club es mucho más importante porque te da las bases para todo lo que viene. Para un chico de 5-6 años poder hacer las bases en el entorno del club lo hacen una continuidad de lo que va a ser él como persona en el futuro.
 
 
Lucas Leiva / [email protected]
En Twitter: @lucassleiva
En Twitter: @basquetplus
 

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