Basquetplus.com

ESTADÍSTICAS ACUMULADAS

San Martín se armó para pelear arriba y por distintos factores, terminó lejos de lo esperado: empezó muy mal la Liga y aunque de a poco fue enderezando el rumbo, nunca terminó de encontrar una consistencia de equipo que le permitiera llegar a su potencial. En los playoffs perdió contra un Libertad más armado desde lo colectivo.

"Desde enero para acá pagamos caro el desgaste", dijo Sebastián González sobre la temporada. "No hay excusas pero nos jugó en contra la fatiga de los compromisos de un año intenso. Veníamos de jugar una final internacional y estábamos segundos en la Conferencia Norte".

"Pudimos haber controlado mejor la serie con Libertad, pero no pudimos liquidarlos en los momentos claves", agregó el DT. "Ellos entendieron de nuestras falencias y cerraron mejor. Tuvimos varias chances pero sin dudas que ellos supieron aprovechar nuestras malas decisiones en los momentos más importantes de los juegos que perdimos".

San Martín y una de sus victorias en el clásico ante Regatas

La temporada de San Martín, como la de varios otros equipos, puede dividirse en varias partes. Arrancó muy mal la Liga y le costó recuperarse. Eventualmente lo hizo y tuvo un tiempo donde pareció anotarse entre los candidatos. Sin embargo, a la larga volvió a caer en la irregularidad y nunca estuvo cerca de su techo.

¿Las explicaciones? A pesar de repetir buena parte de la base de la campaña anterior, los correntinos nunca parecieron encontrar la mejor química entre sus piezas. Tuvieron algunas lesiones importantes, como la de Mariano Fierro en la serie ante Libertad, pero más allá de eso, no lograron una armonía que los impulsara a objetivos más importantes.

Desde el juego, está claro que los problemas más importantes llegaron en el costado defensivo. Allí terminaron como uno de los conjuntos más flojos de la competencia (16°), lo cual terminó opacando su gran nivel ofensivo (2° más eficaz en ese costado de la cancha).

San Martín tuvo una identidad muy clara en defensa: fueron el equipo que más pérdidas le forzó al rival, las cuales utilizaban para luego anotar con facilidad en transición. Sin embargo, la sensación es que abusaron de ese estrategia, muchas veces quedando fuera de balance por ir a buscar el robo. 

En ataque, las variantes eran muchas. La creación de Ciorciari o Lescano, la buena mano de O´Bannon, el juego de poste bajo de Gerlero o Wood, más la velocidad frente a internos más lentos de sus ala pivotes (Fierro, De Groat, Harrison o Yanev). San Martín fue un gran equipo ofensivo, pero como ya marcamos, nunca encontró una regularidad en el otro campo que le diera mejores resultados.

Un problema que afectó al equipo y que lo sacó un poco de foco, fue el bajo rendimiento de algunos extranjeros de los que se esperaba más. De Groat duró apenas 11 partidos, O´Bannon tuvo una Liga con mucha inconsistencia, mientras que el búlgaro Yanev nunca terminó de acoplarse del todo, más allá de algunos chispazos de calidad.

El que rindió tan bien como siempre, fue Jeremiah Wood. El pivote fue el estandarte del equipo durante toda la competencia, fajándose en la zona pintada contra rivales más altos y demostrando que es uno de los extranjeros más rendidores que tiene el torneo hoy en día.

La 2015/16 llegaba con mucha expectativa para San Martín, pero nunca logró acoplar de la mejor manera a sus buenas individualidades y acabó como una de las decepciones del certamen. La intención fue buena, pero en la práctica, no funcionó.

LA FIGURA