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Quimsa 85 - Peñarol 74
Quimsa se terminó quedando un durísimo juego ante Peñarol en el Ciudad por 85-74. En un partido parejo, peleado y que se definió recién a comienzos del último cuarto, los santiagueños se quedaron con su segunda victoria consecutiva y siguen creciendo. Los de Silvio Santander arrasaron en la batalla aérea con un claro 42 a 24 en los rebotes, algo que tuvo enorme responsabilidad en el soberbio trabajo de Jeremiah Massey (figura en el momento decisivo, con 18 puntos y 11 rebotes). Juan Brussino fue el goleador con 19.
El duelo arrancó muy parejo. Si bien Quimsa arrancó 6-0, un poco más metido y aprovechando dos errores que tuvo Peñarol, el Milrayitas levantó rápido con la mano de tres de LaMonte y algunos rompimientos (bien Pettigrew). Pero ambos se mostraron bastante atados en los primeros minutos, paridad que recién se empezó a romper en los últimos cuatro minutos del parcial cuando Quimsa encontró una efectividad bárbara. La mano de Schattmann, el manejo de Brussino desde la base y la buena defensa de Acuña permitieron que la Fusión se equilibre para imprimir una carrera bárbara de 12 a 0 y llevarse el primer capítulo con un 20-11 sorpresivo.
Todo se igualó en el segundo periodo, Quimsa llegó a sacar una máxima de trece (28-15) pero luego Peñarol ajustó y mostró una enorme mejoría. El ingreso de Guaita fue muy importante, además de lo que ya venían trayendo Pettigrew y LaMonte. La defensa fue clave porque Quimsa se empezó a quedar y tuvo pérdidas, generando opciones para una visita que llegó a ponerse a cuatro (32-28) con chances de darlo vuelta. No obstante, con un buen cierre de Schattmann, Quimsa se fue al descanso arriba por 38-32 y sobreviviendo.
La tormenta no iba a pasar pero Quimsa iba a tener la iniciativa, aquella que le permitió mantenerse a flote dentro de un tercer cuarto de lo más peleado. LaMonte fue el motor de la remontada de Peñarol pero Quimsa aguantó, con sus buenas variantes (Gadson, Schattmann, Francis y Brussino). El juego siguió siendo mucho más defensivo, pero hubo buenos pasajes de ataque de cada bando y de hecho los dos marcaban sus máximas dentro de un parcial hasta entonces. Sin sacarse diferencias en el marcador y con un juego palo a palo, la Fusión entró a la definición 59-54 arriba.
Y ahí fue donde de a poco lo empezó a definir Quimsa. Con un muy buen trabajo de Massey, fundamental para generar un quiebre, los santiagueños se escaparon a diez (66-56) y, si bien todavía había mucho por jugar, la balanza comenzó a inclinarse fuertemente al local. Massey no solo hizo un tremendo trabajo ofensivo, sino que además atrás bajó rebotes clave y ayudó a que la Fusión se mantenga de pie. Quimsa terminó cerrando una labor colectiva muy buena, ante un Peñarol que por momentos complicó defensivamente (le generó muchas pérdidas a Quimsa) pero sacando a flote un triunfo por 85-74 más que necesario para los de Santander.