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En medio de la alegría por el fichaje de LeBron James, apareció una noticia que genera cierta preocupación alrededor de Los Angeles Lakers: la lesión de Lonzo Ball, quien sufrió un desgarro de meniscos y deberá pasar por el quirófano.

Según informó la propia franquicia angelina, Ball se someterá a una cirugía artroscópica en la rodilla izquierda, a llevarse a cabo el próximo martes. El viernes, tres días después de la operación, los Lakers darán un informe sobre las primeras conclusiones de la intervención médica.

Lo bueno para Los Angeles es que la recuperación de Ball llegaría a completarse antes del inicio de la pretemporada para la 2018/19. Y en el peor de los casos, y justamente teniendo en cuenta los problemas físicos evidenciados por el jugador en su año de rookie, el equipo incorporó a un base probado como Rajon Rondo.

Un detalle: al estar lesionado, los Lakers no pueden incluir a Ball en ninguna transacción. Nada menor, si tenemos en cuenta los rumores de canje que involucran a los californianos, ya sea por Kawhi Leonard, Damian Lillard o alguna otra figura que complemente a James.