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Peñarol 86 - Boca Juniors 80

Peñarol rescató un duro triunfo ante Boca: 86-80 en suplementario / Básquet Plus

En un final apasionante donde Boca llegó a levantar una diferencia en contra de dieciocho unidades, Peñarol tuvo que combatir mucho para vencer un Xeneize dignísimo por 86-80 en tiempo suplementario. El Milrayitas encadenó su segunda victoria en la Liga, sufrió el asedio y la entrega de Boca pero finalmente se terminó quedando con un triunfo más que valioso en su estadio.

Nicolás Brussino fue una de las figuras con 18 puntos y anotando el triple que sentenció el juego, aunque los de Sergio Hernández tuvieron otra buena serie de destacados (por ejemplo Jimmy Baxter o Reggie Okosa, con 22 y 11 unidades). En Boca casi todo se recostó en una brillante tarea sin premio de Rashaun Freeman, autor de un doble-doble de 30 puntos y 10 rebotes siendo escoltado por otra importante labor como la de Adrián Boccia (13 tantos).

Peñarol arrancó fuerte desde el fondo y complicó el accionar visitante. En cuestión de unos minutos marcó diferencias, desde la presión, con robos a Boccia y dos corridas de Baxter que terminaron en volcadas por parte del extranjero. Peñarol se adelantó 10-4 en los primeros minutos, y en este punto fue clave el muro defensivo de los de Hernández (cuatro pérdidas al Xeneize).

Sin embargo, después de un tiempo muerto pedido por Capelli, Boca se reacomodó en defensa (marcó en zona) y empezó a secar al cuadro anfitrión. Con muchísimo aporte de Freeman (autor de 7 puntos consecutivos), la visita encadenó una sucesión de puntos que revirtió la tendencia. Boccia fue otro de los puntos buenos en la visita, que pasó a liderar 16-12 al finalizar el primer periodo.

El cierre del parcial fue confuso para Peñarol, porque la defensa rival lo complicó demasiado (solo dos puntos en casi cinco minutos) y porque en líneas generales su tiro externo no funcionó (0/9 en triples). Pero en el reinicio de las acciones la sequía desapareció y el Milrayitas encontró soluciones con Massarelli y Okosa para igualar en 16.

El ingreso de Masarelli le dio oxígeno a Boca. Con la entrada del escolta, el local encontró más intensidad en defensa y como combo también se sacó la espina desde el perímetro, gracias a un triple encestado por Brussino. Peñarol pasó a ganarlo por 21-16, frente a un Boca que estuvo más de cuatro minutos sin anotar y en lo que ya parecía un trámite de rachas.

Desde ahí el juego tuvo un claro ida y vuelta, con un pasaje muy positivo de Brussino y un cierre palo a palo donde Gutiérrez y Ramírez Barrios se castigaron desde los triples. Así, el partido entró al descanso largo con el marcador igualado en 33-33.

En la apertura del complemento hubo un cambio radical en esas rachas. Si bien el partido siguió moviéndose por un plano bastante similar de momentos, Peñarol metió un tremendo parcial de 18 a 0 con varios triples consecutivos. Giorgetti, Figueroa, Gutiérrez, Baxter y un par de libres desde la línea permitieron que el local trepase a un sólido 51-33.

Pero Boca reaccionó, siempre con algunas pinceladas de Boccia pero con una labor fantástica de Freeman, que cada vez que tuvo oportunidad castigó el aro rival y demostró ser la vía más clara de gol en el Xeneize. La visita amenazó con su extranjero y se puso a diez (51-41), Figueroa entregó algo de aire en Peñarol con un triple pero Boccia volvió a reducir distancias: 54-45 a 3m31s de cerrar el tercer episodio.

Otra labor importante que no se veía tanto desde los puntos fue lo hecho por Kevin Hernández, que se entendió muchísimo con Freeman, abasteció al foráneo y colaboró en el rubro rebotero. Es verdad que Peñarol cerró el parcial mejor y con ventaja de once (62-51), pero Boca no se entregó y luchó por revertir la tendencia.

Las soluciones que entregó Brussino también se hicieron presentes en el arranque del último periodo y mediante un triple, tomando una renta de doce pasado el primer minuto de juego (65-53). Pero Boca ya había superado un momento de crisis superior y empezó a reducir la brecha una vez más.

Ferreyra fue uno de los puntos importantes en el buen momento de Boca, sumado a lo hecho por el pibe Gargallo y el ya constante aporte de un tridente clave como Freeman-Boccia-Hernández. En este contexto lo del extranjero del Xeneize siguió siendo decisivo, terminando de quebrar la resistencia local para pasar al frente 66-65 a menos de seis minutos para el cierre.

A partir de ese momento, con errores y aciertos, el partido entró en un mucho más constante ida y vuelta, llegando a un final de lo más apretado. Fue entonces cuando apareció un buen pasaje de Gargallo, que clavó un triple y dejó a Boca arriba por 75-72 restando dos minutos. Peñarol recortó distancias, empató en 75 y forzó un enorme final, donde Boca no pudo convertir la última posesión y el partido ingresó al suplementario.

En el añadido Peñarol comenzó a adueñarse del partido, no desde el principio porque fue un tanto trabado pero sí desde la toma de decisiones más correctas. Incluso el local encontró un gran apoyo en Okosa, protagonista de las ofensivas de Peñarol y ganándole la pulseada a un Freeman de enorme desgaste.

Así fue como poco a poco Peñarol encontró su brújula, ofuscando las constantes ofensivas de Boca (solo marcó un doble en los primeros tres minutos) y llegando a sacar una brecha de cuatro (81-77) entrando al último minuto. A pesar de que la visita se puso nuevamente en juego con un intenso Boccia, apareció una vez más un triple de Brussino para decidir el juego. Finalmente, los libres de Figueroa terminaron por darle cifras definitorias: 86-80 y segundo éxito en la Liga para Peñarol.

Lucas Leiva / [email protected]

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