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El partido comenzó de forma muy trabada y repleto de roces físicos, incluso con una rápida falta antideportiva a Martín Leiva, tras un encontronazo con Luis Cequeira. El juego se peleaba mucho más de lo que se jugaba y con muy baja eficacia de parte de ambos. De esta forma, el resultado mostraba un empate en 6, con medio parcial ya transcurrido.

Peñarol fue el primero que pudo salir levemente del mal momento, encontrando algunas soluciones individuales desde los cortes de Adrián Boccia, más un ingreso interesante de J.R. Giddens. Quilmes seguía seco con el aro y el último campeón se fue al banco con ventaja de 14 a 11. Igualmente, todo muy cerrado y parejo.

Los primeros instantes del segundo cuarto fueron un aviso de lo que vendría. Peñarol, con cinco suplentes al mismo tiempo en cancha (jugarían casi todos los 10 minutos) tomó una máxima de ocho puntos (19-11), con un triple y dos tiros libres de Fabián Sahdi.

Algunas apariciones de Walter Baxley, más un importante momento de Diego Romero en la caída de los pick and rolls acercaron al Cervecero, pero igualmente, los de Rivero se mantenían al frente por ocho con un triple de Alejandro Diez, un par de conversiones de Luciano Massarelli y un muy intenso Giddens.

Lejos de acortar la brecha, el cierre del primer tiempo le sirvió a Peñarol para terminar de romper la barrera de los diez puntos de distancia. Massarelli anotó un nuevo triple y también lo hizo Sahdi, para terminar de coronar un gran período (30-21) y entrar al vestuario con ventaja de 44 a 32. La fórmula fue muy similar a la del triunfo del lunes, con los suplentes anotando 28 de los 44 tantos del equipo.

Lamentablemente para los de Ramella, poco cambió en el tercer chico. Sus dirigidos siguieron muy imprecisos con el aro, sobre todo desde la línea de triples, y con puntos de Giddnes y el primer tiro de tres puntos de la noche para Leo Gutiérrez, Peñarol rompió definitivamente el marcador (51-34).

Algunos puntos de Baxley acercaron al equipo que hoy hizo las veces de local, pero la mejoría se quedó sólo en eso. Quilmes no pudo acumular minutos consecutivos de buen básquet y tras varias distracciones defensivas de un conjunto claramente frustrado y molesto, el Milrayitas entró a los últimos diez minutos con una máxima de 20 (63-43).

En el inicio del último parcial, la reacción de Quilmes por fin llegó. Baxley encontró algunos espacios en un algo más relajado rival y tras una volcada de Ivory Clark (muy importante en defensa, flojo en ataque), el Cervecero se acercó a 13 (65-52).

Igualmente, hasta allí llegaría el empuje del local. Gutiérrez y Giorgetti le devolvieron algo de tranquilidad a los de Rivero y una ráfaga de Alejandro Diez terminó de definir la historia, estampando el 84 a 60 final.

El ganador tuvo un goleo sumamente repartido, con sus doce jugadores anotando al menos tres puntos. El goleador fue Fabián Sahdi con 14 tantos. Por Quilmes, de poco sirvieron los 22 de Walter Baxley y los 12 de Diego Romero.

Con este resultado, Peñarol está oficialmente adentro del Súper 8, mientras que Quilmes terminó su participación en la primera fase con marca de 10-8 y todavía debe esperar otros resultados para saber si ingresará al certamen de mitad de temporada.

Síntesis:

Quilmes (60): Luis Cequeira 9, Walter Baxley 22, Federico Marín 0, Ivory Clark 4 y Tayavek Gallizzi 4 (FI); Maximiliano Maciel 0, Luca Vildoza 7, Ruben Wolkowyski 0, Lucas Ortíz 0, Diego Romero 12 y Bruno Sansimoni 2. DT: Leandro Ramella.

Peñarol (84): Alejandro Konsztadt 4, Franco Giorgetti 7, Adrián Boccia 10, Leonardo Gutiérrez 5 y Martín Leiva 6 (FI); Gabriel Fernández 5, Justin Giddens 10, Alejandro Diez 9, Luciano Massarelli 7, Fabián Sahdi 14, Eugenio Zustovich 4 y Jeronimo Barón 3. DT: Fernando Rivero.