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El sprint final de los Spurs en la temporada regular viene siendo fenomenal: en la noche de sábado derrotaron 108-103 a un rival directo como son los Blazers a partir de una gran tarea colectiva. Siete jugadores terminaron en doble dígito anotador, pero la figura principal fue DeMar DeRoza, quien totalizó 21 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 1 tapón. De esta manera encadenaron el octavo triunfo consecutivo que los afirma en el sexto puesto del Oeste con un récord 41-29 que los deja cada vez más cerca del Top 5.

Pero este triunfo también permitió confirmar un dato de enorme peso específico, que no hace más que demostrar que lo de los Spurs sigue siendo una dinastía descomunal encabezada por Gregg Popovich: esta temporada tampoco la terminarán con récord negativo, una racha que ya lleva 22 temporadas ininterrumpida. Ya no están Duncan, Ginobili, ni Parker; también se fueron Kawhi Leonard y Danny Green. No hubo problema para Pop, uno de los entrenador más grandes de la historia de la NBA, quien supo reinventarse: dejaron de ser una roca defensiva, pero encontraron comodidad en una forma de juego mucho más dinámica y ofensiva.

Para ir más lejos, a lo largo de los últimos 22 años, los Spurs de Pop estuvieron con récord negativo durante apenas 65 días. La franquicia más cercana son los Rockets, con 1007 días...