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Hace un par de jornadas atrás, los Bulls tenían ganado su partido ante los 76ers (arriba por 115-110, con 40 segundos y en posesión de la pelota), hasta que varios errores consecutivos dejaron a Philadelphia abajo por la mínima. Y cuando Chicago tenía la bola restando 5 segundos para reponer desde el costado, Denzel Valentine le regaló el balón a Joel Embiid, en una jugada que derivó en Ben Simmons anotando dos libres para ganar el encuentro por 106-105.

48 horas más tarde, algo muy similar sucedió en Phoenix, donde los Suns vencían a Portland por una máxima de 14 puntos cerrándose el tercer cuarto. Los Blazers remontaron en el último parcial y llegaron a igualar el marcador en 104, pero los dirigidos por Jay Triano tenían el balón para reponer en campo contrario, restando 20 segundos. De manera sugestiva, Troy Daniels no vio a un Devin Booker que se había liberado de la marca, no encontró ningún otro pase y terminó sumando una pérdida por cinco segundos. El resto fue historia: aclarado para Lillard y bandeja para ganar el encuentro.

¿Por qué hablamos de estos casos? Porque son simplemente dos de los ejemplos más notorios que se están viviendo por estos días con el fenómeno del tanking (perder a propósito para tener una mejor selección en el Draft). Como si no alcanzara con la palabra del multado Mark Cuban, diciendo que le reconoció a sus jugadores que el mejor camino era perder, se está viviendo una seguidilla de situaciones muy particulares, que no le hacen nada bien a la imagen de la liga más importante del mundo.

Es que claro, en este momento solo hay tres partidos de diferencia entre el equipo que hoy tendría el primer pick (Phoenix) y el que tendría el octavo (Chicago), justamente los dos protagonistas de nuestras historias del inicio del artículo. Por eso, cada victoria puede hacerte retroceder tres o cuatro casilleros en el posicionamiento para el Draft, algo que las franquicias involucradas en esta lucha están evitando a toda costa.

Si todavía hay gente que quiere mirar la situación con inocencia, hay un número que termina con todo tipo de especulación: si agarramos a los peores nueve récords de la liga, actualmente acumulan ¡45 derrotas de forma consecutiva! Como lo leen: sumando a Phoenix, Dallas, Atlanta, Orlando, Sacramento, Memphis, Brooklyn, Chicago y New York, no ganan desde hace 45 juegos. Dentro de ese recuento los únicos que se salvan son los Nets, quienes no poseen su pick de primera ronda en el 2018 (le pertenece a Cleveland), por lo que su falta de victorias simplemente se debe al mal nivel del equipo.

La cúpula de la NBA lleva varios años intentando encontrarle la vuelta a la situación del tanking, que lejos de esfumarse, está más nítida que nunca. Lo cierto es que el sistema parece estar pidiendo un cambio a gritos y conociendo lo predispuesto que ha estado Adam Silver a barajar diferentes innovaciones de reglas y formatos, no debería pasar demasiado tiempo hasta que este llegue. Mientras tanto, las franquicias intentarán seguir aprovechándose de unas normas que fueron implementadas con el espíritu de la competitividad y terminaron generando exactamente lo opuesto.