Khimki 78 - Real Madrid 95
Real Madrid no encontró rival en Moscú / EFE
El Real Madrid sumó su undécima victoria en la Euroliga, la sexta consecutiva, en Moscú ante un Khimki que no fue rival (78-95) y tampoco se pareció el equipo que le derrotó en el Palacio de los Deportes (WiZink Center) en la primera vuelta.
El conjunto blanco, serio desde el inicio, con un juego coral en ataque coronado por la superioridad física del caboverdiano Edy Tavares (11 puntos y 8 rebotes para él) fue demasiado para un Khimki desaparecido en defensa e inoperante en ataque, a excepción de su estrella, el ruso Alexey Shved que apareció con cuentagotas para sus 23 puntos de este viernes, pero con nula influencia en el colectivo.
Comenzó el Real Madrid en su salsa, veloz, combinando entre sus jugadores, encontrando a Tavares bajo el aro y minimizando al Khimki en su casa, con las excepciones de dos triples del estadounidense Malcolm Thomas y de Shved, que llevaban al entrenador local, el griego Giorgios Bartzokas, a parar el partido (6-11, min. 4).
Los de Pablo Laso llegaban a poner 10 puntos de renta (13-23, min. 8) a base de defensas serias y un ataque coral. El Khimki mejoraba con el base serbio Stefan Markovic a los mandos para salir al contragolpe y al primer cuarto el marcador reflejaba un 17-26 que parecía incluso escaso para los visitantes.
El conjunto ruso siguió su progresión con un ritmo alocado y buenos momentos del ala-pívot estadounidense Anthony Gill (22-27, min 13) y el Real Madrid se contagió de sus imprecisiones.
Parecía que el Khimki iba a tomar el mando también del marcador, hasta que el estadounidense Jaycee Carroll y el sueco Jeff Taylor embocaron dos triples para el 22-33 e iniciaron un parcial blanco de 0-16, hasta el 22-43 (min. 17) contra un conjunto moscovita que ya no encontraba remedios ni en Shved, que apenas anotó una canasta justo antes del descanso.
Todo tranquilidad para los pupilos de Laso, que se marcharon al descanso con dos decenas de ventaja (31-51), doblando el rebotes al contrario (21 a 10) y con porcentajes envidiables en el triple (42,9%) y en el tiro libre (11 aciertos de 12 tiros).
El inicio del tercer cuarto de los locales no pareció el de un equipo que caía por 20 puntos en su casa, sino daba la sensación de ser un equipo conforme con su actuación en un duelo igualado, nada más lejos de la realidad. Solo con dos triples seguidos de Shved (42-58, min. 26) pareció recuperarse. Un espejismo.
Prueba de la desidia moscovita era un contragolpe madridista conducido por Rudy Fernández, que cedió para el 'alley-oop' del sueco Taylor, que falló al machacarla y no tenía ningún jugador del Khimki siguiéndole, por lo que el pívot estadounidense Trey Thompkins pudo anotar a placer. Al final del tercer cuarto, 49-67 en el electrónico.
A la fiesta se sumó Rudy en el último cuarto con cuatro triples sin fallo (59-84, min. 36) para terminar con 16 puntos en su cuenta particular y una tarjeta de 5/6 en triples, en un final de partido en el que las defensas se tomaron descanso para la siguiente jornada.
Aunque el conjunto local trató de maquillar el marcador al final del encuentro (especialmente el pívot estadounidense Tyler Honeycutt, con 16 puntos en este periodo), pero el Real Madrid cerró el duelo con el 78-95 final y seguirá su camino el domingo en casa recibiendo al Montakit Fuenlabrada, con la jornada doble ante Baskonia y Unicaja en su horizonte europeo.
. Facundo Campazzo: 8 puntos (1/4 en dobles, 2/3 en triples y 0/2 en libres), 7 asistencias, 3 rebotes, 1 robo, 3 pérdidas y 11 de valoración, en 22:28 minutos en cancha.