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Todos los que alguna vez participaron de una Final Four de la Euroliga coinciden: el partido por el tercer puesto es casi una tortura para el que fue allí a ganar y, encima, se tiene que quedar dos días más para jugar un partido que no le interesa. Y eso se notó este domingo con Real Madrid y CSKA, número 1 y 2 de la serie regular de la competencia, que tuvieron que conformarse con este insípido partido, que terminó en manos del CSKA 94-70, con Nocioni anotando 4 puntos en casi 11 minutos.

Se notó muchísimo de entrada, con el Madrid absolutamente desganado, recibiendo un parcial de 23-10 en contra, que se estiró a una máxima de 21 (41-20), a dos minutos del final de la primera mitad. A todo esto, Nocioni había podido debutar en Estambul y no lo hizo mal en el rato que le dio Laso: 4 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en 7:47. CSKA también empezó a sentir aburrimiento por el partido, se relajó y, entre el final del 2C (45-32) y el arranque del tercero (45-37), perdió el rumbo, aunque lo encontró rápido con un ratito en modo on de De Colo, ausente sin aviso en la segunda mitad de anoche.

Chapu volvió para cerrar el partido, a jugar los últimos 3:50 minutos, con el resultado casi definido, pero con el capítulo final de su propia historia por rubricar. Y lo hizo igual que aquel 10 de octubre del 2001, cuando debutó en esta competencia en Croacia ante la Cibona (perdieron 96-95): con ganas, profesionalismo y, sobre todo, autenticidad. Porque, a la larga, Chapu deja para no dejar de ser auténtico. Fue victoria del CSKA 94-70 y tercer puesto para los rusos. Nocioni arranca el miércoles el verdadero tramo final de su carrera jugando cuartos de la ACB ante el Menorca. Disfrutemos estos pocos días que quedan. No va a haber otro igual a Chapu.