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Ya pasaron doce años de la llegada de Manu Ginóbili a la NBA y es muy bien conocida toda la trascendencia que tuvo el argentino en la mejor liga del mundo desde su arribo. Sobre todo si tenemos en cuenta no solo el auge que adquirió en la competencia sino su gran identidad con San Antonio Spurs, franquicia en la cual milita desde aquella primera experiencia NBA.

Dentro de todo este proceso en la liga estadounidense, la relación entre Manu y su entrenador Gregg Popovich tiene un condimento especial. Conocido por su carácter un tanto particular, con el paso del tiempo Popovich ha adoptado a Ginóbili como un hijo y el vínculo que los une es fuerte, llegando a un entendimiento actual que es impresionante.

"Todo esto no sucedió de un día a otro. A medida que lo ves jugar y te das cuenta de la clase de competidor que es, comprendes que su talento es único", contó Popovich en declaraciones recogidas por el periódico Star Tribune.

"Cierras la boca y tratas de no entrenar tanto a veces. Es mejor dejar que muestre lo que puede hacer y cómo puede ayudar a su equipo a ganar. Con el tiempo he ido aprendiendo a no hablar si pienso que se ha jugado un tiro como respuesta o si hay una jugada defensiva que él quiere hacer para robar el balón porque Manu piensa que así ganaremos el partido. Así que me enseñó a observar un poco más y no querer controlar todos los pequeños detalles", prosiguió.

Manu también describió como fue creciendo la relación con su entrenador, contando cómo fue su adaptación no solo a lo que pedía Popovich sino también al estilo de juego, distinto de cuando jugó en Europa.

"Poco a poco empecé a ganar su confianza, comenzó a confiar más en mí y le gustó lo que hacía en la cancha", dijo Ginóbili. "Empezamos a encontrar un terreno común. Pero al principio, tuve que ajustar y acostumbrarme a jugar de una manera totalmente diferente de lo que solía hacerlo, sabía que no iba a ser fácil", continuó.

El estilo particular de Pop, que se graduó en Estudios Soviéticos y sirvió a la Fuerza Aérea durante cinco años además de jugar en el equipo de básquet de las Fuerzas Armadas norteamericanas, sin dudas es algo que no todos poseen. El entrenador no solamente es un distinto a la hora de mostrar su personalidad, sino que también lo es al momento de entrenar a su equipo y transmitirle sus conocimientos. Ginóbili cree que esa influencia fue una pieza importante en todo el proceso que llevan los texanos.

"No sólo para mí, creo que a Tony (Parker) también le hizo cambiar o ver las cosas de una manera diferente", dijo Manu. "La verdad es que pensaba que ese era el camino a seguir para hacernos mejores. No es que yo le haya hablado a él, sino que empezó a ver tal vez seríamos más exitosos y menos predecibles jugando de una manera diferente, y eso es lo que pasó", confesó el bahiense.