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Píndaro fue uno de los poetas líricos más reconocidos y representativos de la clásica Grecia y durante su vida escribió las Odas Píticas, una serie de epinicios que glorificaban a los héroes de la época. Sin embargo, en la Pítica VIII el autor modificó el rumbo y, tras algunas alabanzas a una isla, se inmiscuyó en los cambios de las cosas humanas, con pensamientos tristes acerca de lo efímero, de lo verdadero y ambiguo de la existencia. 

Pero lo efímero no tendría que ser sinónimo de algo malo o dañino. Muchas veces lo sublime se experimentó en pequeños lapsos en los que las personas fueron felices. En la Liga Nacional de Básquet, por ejemplo, diferentes jugadores tuvieron pasos cortos y grandiosos por equipos en los que estuvieron apenas una temporada.  

Es por es que en Básquet Plus decidimos hacer un informe acerca de los jugadores que tuvieron las etapas más efímeras y gloriosas por la Liga Nacional. Los parámetros de clasificación utilizados fueron: que no sean extranjeros, que hayan estado solo una temporada en el equipo y que hayan sido campeones y figuras.  

-Héctor Campana (GEPU): 46 PJ – 1.448 tantos- 31.5 puntos de promedio (1990/91)  

Luego de haber terminado duodécimo en la temporada pasada, GEPU hizo una apuesta fuerte y conformó un espectacular plantel. Trajo al Pichi Campana de River y a Maggi de Sport Club. Además, los rodeó de jugadores de rol como el base Fernández y el gran interno Carl Amos. El primero de los mencionados tuvo una campaña fantástica, ya que fue el MVP de la temporada regular y de las finales, anotando 1448 puntos en 46 partidos y promediando 31.5 tantos por juego.

-Esteban De la Fuente (Peñarol) 56 PJ – 959 tantos– 17.1 puntos de promedio (1993/94) 

Lo de Esteban De la Fuente en la temporada 1993/94 fue colosal y significó una época en la que dominó a su gusto y antojo. Su equipo, Peñarol, venció a Independiente de General Pico de visitante, en el quinto partidos de las finales, consagrándose campeón tras ganar 4-1 la serie. ¿Y el alero? Fue el MVP de la instancia tras una etapa en la que promedió 17.1 puntos, 6.0 rebotes y 2.0 robos en 36.8 minutos.  

-Esteban De la Fuente (Independiente de General Pico) 55 PJ – 1.157 tantos – 21.0 puntos de promedio (1994/95)  

Tal fue el nivel del alero en la 1993/94 que en la temporada siguiente se pasó al equipo que había derrotado en las finales. En aquellas tierras lo del Cabezón fue aún mejor y promedió 21.0 puntos, 5.7 rebotes y 3.4 asistencias que le permitieron a los suyos quedarse con el trofeo tras derrotar a Olimpia de Venado Tuerto. Obviamente, Esteban fue el MVP de la final.  

-Rubén Wolkowyski (Estudiantes de Olavarría) 58 PJ - 958 tantos – 16.5 puntos de promedio (1999/00) 

Paso efímero, corto y condecorado el del Colorado por Olavarría, lugar en el que explotó con promedios de 16.5 puntos y 7.1 rebotes que le valieron ser elegido el MVP de las finales. Pero eso no es todo. Su dominio fue tal que esa experiencia en Estudiantes le dio la oportunidad de dar el salto a la NBA.  

-Walter Herrman (San Lorenzo) 67 PJ – 1.161 tantos – 17.3 puntos de promedio (2015/16) 

Ganador innato, de esos que fueron tocados por la varita de los dioses del básquet. Fue el líder dentro de los grandes nombres que impulsaron la consagración de San Lorenzo, jugando unas finales despóticas, en donde promedió 16.5 puntos y 7.2 rebotes durante la serie ante La Unión de Formosa y 17.3 y 5.6 durante toda la temporada 2015/16.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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