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Nicolás Lauría lleva un par de temporadas siendo el nacional más determinante del Torneo Nacional de Ascenso y luego de conseguir el MVP con Barrio Parque en la 2015/16 y el campeonato con Comunicaciones en la pasada campaña, el marplatense decidió volver al club cordobés para intentar sacarse la espina de la final perdida ante Hispano Americano. El alero es probablemente el fichaje más importante de lo que se lleva del mercado TNA y a pocas horas de su decisión, charló con Básquet Plus.

- ¿Qué significa para vos volver a Barrio Parque en este momento?

. La verdad que significa mucho. Es un lugar donde fui querido y la gente me demostró muchísimo afecto. Ahora hicieron todo lo posible para que vuelva, entonces la verdad que muy contento de poder pegar la vuelta para Córdoba, de volver a vestir la camiseta de Barrio Parque y volver a compartir equipo con buenos amigos que me han quedado.

- El club parece estar armando un lindo proyecto, de mucha identificación. Siguen varios jugadores y las incorporaciones tienen todos pasado en Barrio Parque. Está claro que el objetivo va a ser luchar por el ascenso y se han armado muy bien.

. Seguro. Eso es muy importante. El armado ha sido clave, en cuanto a que son jugadores que se conocen todos. La mayoría hemos jugado juntos y los que no, jugaron entre ellos. Lo más importante es que todos querían jugar acá. Entonces el compromiso es aún mayor. Todos querían volver al club, volver a Córdoba. El caso de Jure, Kelly... hay un plus ahí. Hay compromiso, ganas. Va a ser un año muy lindo para vivirlo. El día a día va a ser ameno, porque la mayoría son amigos y es más fácil trabajar. Trataremos de encontrar la mejor versión nuestra posible, buscando pelear en los puestos de arriba y mejorar los resultados que ha tenido el club el año pasado.

- Es un poco curioso, porque por un lado habrá quedado la sed de revancha de aquella final perdida con Hispano, pero a la vez, vos ya conseguiste el título en la temporada anterior con Comunicaciones. ¿Sigue esa sed o el campeonato reciente la opacó un poco?

. No, borrada no quedó. Sigue la espina. Si bien pude salir campeón, con mis compañeros de Barrio Parque, que habíamos armado un grupo excelente, no lo pudimos lograr. Entonces es como volver a renacer, volver a tratar de intentarlo juntos. De aquella vez seguimos Rivatta, Guerra, Ligorria, Chiera, el cuerpo técnico... somos bastantes. La sed de revancha está. Obviamente yo quiero hacerlo por ellos, por mi y por todo el mundo. El ascenso es algo hermoso y poder lograrlo con gente de esta calidad, sería mucho mejor.  Vamos a ir en búsqueda de eso, pasito a pasito, tranquilos, tratando de encontrar nuestra mejor versión y ver hasta dónde llegamos. El compromiso va a ser pleno y Barrio Parque va a dar que hablar nuevamente en esta temporada.

- ¿Quedó algo de sabor amargo por no poder saltar a la Liga o era una situación que no te desesperaba tanto?

. La verdad que sí, es una cuenta pendiente volver a la Liga. Pero la verdad es que en este mercado de pases no se terminó de definir ninguna propuesta para volver a jugar la Liga. La verdad es esa. Estuve cerca de Peñarol y me junté con Leo, pero por decisiones dirigenciales me han apartado del proyecto del club. Me quedé sin jugar en Peñarol y a la vez, le había pedido unos días a la gente de Comunicaciones para que me esperen. Ellos también decidieron tomar otro rumbo, así que me quedé sin el pan y sin la torta. Después estuve buscando algún lugar donde pudiera llegar a quedar, pero los días ya estaban contados. Ya falta poco para empezar la pretemporada y uno se pone cada vez más ansioso. Fue mi peor receso en cuanto a la ansiedad de ver dónde iba a jugar. Tenía tangas ganas de jugar la Liga, que entraba todo el tiempo a ver cómo estaba el mercado de pases, chequeaba Twitter... y no se puede vivir así. Necesitaba relajar un poco. Apareció Barrio Parque y algunos otros equipos del TNA con fuerza y ganas de ascender. Pero ya te digo, Barrio Parque hizo todo para que yo vuelva. Sé del esfuerzo que hacen los dirigentes, con Mario García y sus colaboradores. Voy a Córdoba porque me siento muy bien con el equipo y con la gente. También porque mi hija y mi familia pueden ir más seguidos, hay vueltos directos de Mar del Plata. Entonces es como más simple todo. Por eso vuelvo.

- La sensación igualmente es que es un paso que se va a terminar dando por si solo. Llevás dos temporadas siendo el mejor jugador del TNA y así como no se terminó dando esa chance en Peñarol, seguramente aparezcan otras en el futuro que puedan concretarse. Seguís siendo un jugador joven.

. Sí, ojalá. Las ganas siempre van a estar de volver a la Liga y si es en club mucho mejor. Pero bueno, la realidad hoy marca otra cosa: no hubo interesados por mi en la Liga. Entonces tendré que hacer algo distinto para que se fijen en mi o me den esa oportunidad. Tendré que encontrar el lugar y el momento adecuado también. Quizá no sea este momento. Una vez me preguntaron si me sentía frustrado por esto y no, no me siento frustrado. Me parece que trato de vivir haciendo lo mejor que uno puede hacer su trabajo y demás... después ya depende de los demás. Haciendo bien las cosas, todo llega. Pero todo a su tiempo, quizá este no fuera el momento. Hay que seguir trabajando, porque no me puedo quedar solamente con dos buenas temporadas y el ascenso.

- ¿Qué balance hacés de por qué no se terminó dando lo de Peñarol?

. La verdad que hay que preguntarles a ellos. Yo tuve la oportunidad de hablar con Miño, pero me voy a reservar lo que hablamos. Quién más que yo iba a querer jugar en Peñarol, que llegué al club a los siete años. Bueno, se ve que no confiaron en mi nivel, mi potencial o mi cuerpo. Pero ¿qué voy a hacer? Ya está. Por supuesto que me sentí mal al principio. Me dio muchísima bronca, pero con los días se va pasando y hay que seguir mirando hacia otros lados. Dicen que es muy difícil ser profeta en tu propia tierra y creo que me está pasando. Siempre voy a seguir diciendo que quiero volver a Peñarol y a Mar del Plata especialmente. Algún día ojalá se de, para poder estar con mi familia y no estar lejos. Pasa el tiempo y uno se pierde muchísimas cosas.