La Liga 2018/19

Las historias de salvación de Argentino y de Bahía Basket

02:46 06/05/2019 | Tanto bahienses como juninenses consiguieron una victoria en la noche de domingo, que les aseguró la permanencia en la máxima categoría.

Por esas cosas del destino, Argentino y Bahía Basket culminarán la base regular jugando entre sí (Foto: Prensa Bahía Basket)

El cierre de la semana entregó varias novedades en cuanto a la lucha por escaparle a los playoffs por la Permanencia. De hecho, dos equipos sellaron este objetivo en la noche del domingo: Argentino (tras superar 96-92 a Quimsa en tiempo suplementario) y Bahía Basket (luego de superar 79-69 a Estudiantes en el Casanova). De esta manera, solamente quedan cuatro equipos en la lucha por evitar la serie para no descender y se trata de Hispano (17°, récord 13-22), Peñarol (18°, récord 12-24), Quilmes (19°, récord 11-24) y Atenas (20°, récord 10-25).

Tanto Bahía como Argentino lograron despegarse de este grupo en las últimas fechas. Pero el caso del equipo juninense es absolutamente especial, ya que estuvo seriamente comprometido desde el principio mismo de la temporada. Vale recordar que intentaron vender la plaza por falta de presupuesto, pero no pudieron hacerlo porque no recibieron ninguna oferta; de esa manera, encararon una 2018/19 en la que estuvieron obligados a ser austeros en cada decisión. El inicio fue flojo, con apenas siete victorias en 29 presentaciones, pero en el último tiempo de ese proceso negativo empezaron a vislumbrarse cosas positivas, como la vuelta del capitán Juanchi Cangelosi y el regreso a las fuentes con Matías Huarte -un tipo del riñón del club- como entrenador en jefe.

A mediados de febrero Nick Wiggins abandonó el club intempestivamente y eso pudo haber destruido al plantel, ya que era una de las principales armas ofensivas. Pero Argentino resurgió de las cenizas, la pegó con dos extranjeros absolutamente rendidores (Arkeem Joseph y Black Leron) y ganó siete de los últimos ocho partidos demostrando un carácter e intensidad en el juego realemente superlativos (sobre todo teniendo en cuenta la corta rotación del plantel). Sí, en apenas ocho partidos lograron la misma cantidad de triunfos que en los primeros 29. Mención especial para el base Gastón García, un chico con enorme potencial que se vio obligado a ser un jugador protagonista dada la situación complicada del club. En esta temporada demostró que además de calidad, tiene todo lo necesario como para pertenecer a la Liga Nacional, pese a que apenas tiene 20 años.

La situación de Bahía Basket en la tabla de posiciones fue un poco más sorpresiva, pero también se entiende por el hecho de que tuvieron bajas de peso cerca del inicio de la temporada: Maxi Fjellerup firmó con San Lorenzo y Leandro Bolmaro (uno de los grandes prospectos argentinos) se fue a jugar a la filial de Barcelona en la Liga LEB Oro. Para colmo de males, tampoco arrancaron esta 2018/19 con Anthony Johnson, uno de los pilares interiores de los últimos años, que ya había demostrado su supremacía en la competencia.

Durante este proceso también se produjo el desembarco de Martín Mackey como director deportivo de la institución y eso provocó una consecuente reestructuación interna ante la cual, quiérase o no, es necesario un tiempo de reacomodamiento. La movida temporada de Bahía Basket se completó con el proyecto construcción del estadio, que actualmente está en la etapa de puesta a punto y de culminar con los detalles finales. Todo este escenario repercutió en un equipo repleto de jóvenes que quizá tuvieron que tomar un protagonismo mayor del que hubiese querido el cuerpo técnico.

Es cierto que los dirigidos por Sepo Ginóbili nunca estuvieron seriamente comprometidos con la lucha por evitar los playoffs del descenso. Pero también es real que nunca se despegaron definitivamente de la zona baja. El regreso de Anthony Johnson le dio otro peso en la zona pintada a Bahía Basket y a partir de su potencia física pudieron crecer en cuanto al nivel de juego, tanto defensiva com ofensivamente. La irregularidad fue el mal con el que convivieron durante toda la temporada y prosiguió a pesar de la llegada del pivote, pero en los últimos dos partidos crecieron en intensidad y en actitud ofensiva y eso fue lo que les permitió consolidar la salvación.

Otro punto clave fue que en el último par de meses le ganaron a todos los rivales directos (dos veces a Atenas, a Argentino, a Hispano en Río Gallegos y a Peñarol). También merecen mención especial Facundo Corvalán, quien pese a tener 20 años ya parece un veterano del equipo bahiense y cumple un rol como si lo fuera. Otro de gran tarea fue el panameño Jamal Levy, muy querido por su compañero por muchos motivos: adentro de la cancha se pone el overol y realiza todo el trabajo sucio sin queja alguna, mientras que afuera de la cancha es uno de los referentes del plantel, por edad y por coherencia.

 

Juan Martín Orellano / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @JuanmaOre22

 

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