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Los Nuggets parecían preparados para su debut histórico en las Finales. Miami parecía superado, y así fue. Denver se impuso al final por 104-93 al Heat en el primer partido de las Finales de la NBA, en lo que parece un equipo muy superior al rival, al menos por el momento.

El Heat superó toda expectativa como octavo clasificado del Este, en parte por su resistencia y experiencia. Pero los Nuggets demostraron en el primer partido que pueden dominar de varias formas y tienen variados ajustes.

Al igual que se mostraron a lo largo de la temporada regular 2022-23 y en los playoffs, los Nuggets no parecen tener ningún punto débil visible para explotar en sus alineaciones.

El Heat se centró en no dejar jugar libre a Nikola Jokic, que luego los castigó con su noveno triple doble de postemporada con 27 puntos, 10 rebotes y 14 asistencias. El base de Denver Jamal Murray (26 puntos, 10 asistencias) se lució además en su juego de acción directa con Jokic, buscando su propio tiro y estableciendo un gran juego individual. Ese espacio permitió a Aaron Gordon (16 puntos, 6 rebotes), Michael Porter Jr. (14 puntos, 12 rebotes) y Bruce Brown (10 puntos) registrar también dobles dígitos.

Por otro lado, después de convertirse en una pieza clave del planteo del Heat en la postemporada, los tiradores del equipo de repente no hicieron más que errar. Caleb Martin (1 de 7 en total, 1 de 2 en tiros de tres), Max Strus (0 de 10 en total, 0 de 9 en tiros de tres) y Duncan Robinson (1 de 6, 1 de 5 en tiros de tres) fallaron colectivamente demasiados tiros y dejaron a Miami vulnerable. Esta cifra está muy lejos de lo que Robinson (44%), Martin (43%) y Strus (35%) lanzaron desde lejos a principios de los playoffs.

Los números cuentan parte de la historia. Jokic y Murray se combinaron para 53 puntos en 19 de 34 junto con 24 asistencias. Adebayo (26 puntos con 13 de 25 en tiros de campo y 13 rebotes) y Butler (13 puntos con 6 de 14 en tiros de campo y siete rebotes) no tuvieron exactamente el mismo acierto. Jokic y Murray están más interconectados con el juego del otro que Adebayo y Butler. Sin una enorme influencia en el resto del Heat con su juego (a diferencia de Murray/Jokic en Denver), el mal pasar de Jimmy ayer hace una obligación mayor que los tiradores estén enchufados, como fue el caso del Juego 7 ante Boston.

Por último, los Nuggets tienen una clara ventaja de tamaño sobre el Heat, que sólo cuentan con Adebayo como interno definitivo. Eso sería lo suficientemente abrumador para lidiar con Jokic. Sin embargo, con Aaron Gordon presente, el problema fue doble. Como hizo toda la postemporada, Gordon llenó los huecos en los que Jokic necesitaba ayuda. Así es como, cuando al Joker lo doblaron todo el primer cuarto, Gordon anotó 12 puntos en el parcial inicial.

La serie sigue abierta y no se puede declarar a Denver como el ganador anticipado, pero sin dudas mostró muchas más herramientas ante un Heat que, sin la presencia letal de sus triples, no hizo pie en el juego y nunca tuvo una sensación real de tener chances para ganar.