Lamas: "Mi carrera juntó vocación, profesión y pasión"
19:20 07/05/2016 | Hablamos con el entrenador de San Lorenzo, sobre lo que dejó el agónico triunfo ante Obras, su llegada a los 900 partidos y más.
En un partido para el infarto, San Lorenzo se llevó el primer punto de la serie ante Obras, gracias a un triple clave de Walter Herrmann. A continuación, repasamos lo que dejó el encuentro con Julio Lamas, quien también se refiere a su llegada a los 900 partidos en Liga Nacional y a la elección de Luis Scola como abanderado.
- ¿Cómo viviste el partido de anoche? Imagino con muchos nervios.
. Es la parte del año más importante y hay como un enfoque extra, con una gran motivación. Pero se trata de estar tranquilo también, como para poder hacer las cosas bien.
- ¿Te imaginás que la serie va a ser así de emocionante? Porque prometía y por ahora, el primer punto no defraudó.
. Somos muy parejos. Tanto los equipos como los jugadores, hay mucha paridad. El conjunto que funcione mejor va a ser el que se va a llevar la serie, porque la paridad es total entre los equipos y la calidad de los jugadores. Obras tiene a tres jugadores internacionales como Selem Safar, Marcos Delía y Bruno Fitipaldo, además de Horner que es uno de los mejores extranjeros que han tenido. Es todo muy parejo, tanto colectiva como individualmente. El equipo que todo el tiempo esté tratando de cometer la mínima cantidad de errores y sin tomar malas decisiones, va a ser el que gane.
- Yendo al partido en sí, ¿qué sensaciones te llevaste?
. El partido de anoche terminó con una pelota en el aire, como mayor expresión de la paridad que hubo en el partido. Estaba para cualquiera de los dos y el acierto del último tiro lo definió para nuestro lado. Ellos jugaron con Horner como su arma principal. En el juego interior, tanto él como Delía tuvieron un buen partido. Con el juego de pick and roll tanto Fitipaldo como Safar los abastecieron, Barral también jugó muy bien en el segundo tiempo. En cuanto a nosotros, hicieron un buen trabajo defensivo Penka Aguirre y Mata sobre Fitipaldo y Safar. Nosotros tuvimos una mejora en nuestro juego colectivo, comparado a como habíamos terminado la fase regular.
- Y la mano que te está dando Bryan-Amaning es tremenda.
. Va poco tiempo, hay que esperar que termine el torneo para saber. Pero él nos trajo algo que no habíamos tenido hace rato: puntos de más cerca. Es un jugador de juego interior, de tres metros para adentro, tanto de frente como de espaldas. El parece tener ese recurso y a nosotros nos viene bien. Lo estábamos necesitando. Lo que pasa es que no se puede saber, esto es recién el comienzo. Los playoffs son un montaña rusa emocional y de opinión del entorno de los equipos. Cada vez que termina un partido, las cosas se van modificando. Tengo claro que en el primer punto de la serie se demostró que es un cruce parejísimo, con muchos buenos jugadores por los dos lados, que van a hacer esta serie muy atractiva para el público.
- Te saco un poco del partido y te pregunto por la marca de los 900 partidos. ¿Fue algo especial o no le diste tanta relevancia?
. No, es especial. Si bien estoy en un momento de la temporada donde toda la atención está puesta en el próximo partido, tiene un significado para mi. Porque es una marca que se logra a través de muchos años.
- ¿Tuviste tiempo para hacer un mínimo repaso de lo que significa llegar a esa cifra?
. No mucho tiempo, pero en los 10 minutos que me puse a pensar, me dio satisfacción llegar a esa cantidad de partidos y saber que se me junto la vocación, con la profesión y la pasión. Eso ha permitido una carrera de tantos años.
- Entraste a un club privilegiado.
. Cuando todo comenzó, lo que yo quería era dirigir en la Liga. En ese pequeño balance que te decía, me miro desde ese pibito entrenador que era, cuando debuté con 24 años y me da el orgullo de haber podido cumplir ese objetivo de dirigir en la Liga. Y mirándolo desde este entrenador más experto, de 51 años, me siento afortunado de haber podido encontrar tanto mi vocación. En ese momento pensaba que era el amor al juego y con los años me he dado cuenta que para mi es una motivación muy grande ser parte de un equipo, y trabajar con personas. Estas tres cosas han sido los principales motores de mi carrera: el amor al juego, ser parte de un equipo y trabajar con gente. El que me guste tanto eso ha sido la energía para sustentar mi carrera.
- Si te pregunto por algunos momentos específicos de tu carrera, ¿qué se te viene a la mente?
. Los siete clubes que confiaron en mi, con los que me comprometí poniéndome la camiseta hasta los tobillos. También en los jugadores con los que compartí entrenamientos, partidos y vestuarios, que para mi es un lugar clave para un equipo deportivo. He tenido la fortuna de dirigir grandes jugadores. En los compañeros del cuerpo técnico y en los títulos ganados que quedan en el tiempo y nos unen a todos: club y equipo, con el premio más valioso, como lo es el colectivo. Los resultados colectivos están por encima de todas las cosas. Me acuerdo de amigos, de jugadores que aman al juego, de jugadores de los que he aprendido cosas.
- Imagino también una parte muy emotiva al ver los jugadores que hoy están siguiendo tus pasos como entrenadores.
. Sí, quizá lo más importante es lo que después quede, una vez que la carrera termine. Ese vínculo con las personas con las que compartiste la actividad. Me pasa que hay jugadores que dirigí que son entrenadores, managers de equipos, otros dirigentes. Esto sucede porque yo empecé a dirigir muy temprano. No me pongo a analizar todo tanto, más allá de que a mi carrera le queda menos por delante, de lo que hay por detrás, mientras la esté haciendo no miro para atrás. Miro el presente, con todo el foco ahí.
- Para cerrar, te pido una reflexión de lo que te genera la elección de Luis Scola como abanderado olímpico.
. Por supuesto que para el básquet es un orgullo tener dos abanderados olímpicos, pero esto trasciende el básquet. Luis va a ir como deportista. Por supuesto que llega como jugador de básquet y va a su cuarto Juego Olímpico, donde ya tiene un oro y un bronce. Él es un símbolo máximo de la selección Argentina, por el compromiso que ha tenido con la camiseta, desde que debutó en 1999. Pero la verdad es que como deportista tiene los mejores valores que la bandera requiere. Tiene una gran mentalidad para competir, una voluntad inquebrantable ante situaciones adversas, una capacidad única para entrenar y prepararse duramente. Nunca vi a nadie con mayor capacidad de preparación en el antes y el durante. No mide esfuerzos, porque ama el juego y porque tiene el deseo máximo de competir. Por otro lado, tiene la educación y el respeto a los demás deportes. Entiende a la perfección lo que significa ser parte de la delegación argentina. Así que la verdad que adelante de la delegación va un buen ejemplo para todos los integrantes de la delegación y para todos lo que los estemos mirando por televisión.