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El próximo rival de Argentina, en lo que será la tercera fecha de las eliminatorias mundialistas, será Uruguay, un rival muy conocido para nuestro seleccionado por distintos factores: desde la cantidad de encuentros que han disputado entre ambos equipos, hasta el gran grupo de uruguayos que actualmente se desempeñan en la Liga Nacional (Vidal, Barrera, Calfani, Parodi e Iglesias).

Uruguay llega a este duelo con dos victorias en la primera ventana. En la primera jornada, trabajaron más de la cuenta para vencer a Panamá en casa, en un choque que si bien terminó con un marcador relativamente amplio (86-73), llegó a tener a los centroamericanos al frente por 15 tantos. Luego, los de Signorelli tuvieron una segunda presentación algo más cómoda, superando a Paraguay por 67-49.

La principal novedad de cara a esta ventana es el regreso de Bruno Fitipaldo, quien se ausentó por lesión del comienzo de las eliminatorias. Uruguay extrañó claramente su poder de gol, especialmente en las posiciones perimetrales. De hecho, si tenemos en cuenta a los escoltas y aleros del equipo, el único que superó los 5 tantos de media fue el joven Juan Ducasse, con 8.

De todas maneras, está claro que el mayor potencial de Uruguay está en su juego interior. La dupla que forman Esteban Batista (17 puntos y 9,5 rebotes) y Mathías Calfani (12 puntos y 8 rebotes), es de lo mejor que puede encontrarse a nivel americano, por calidad, experiencia y complemento. Cierto es también que detrás de ellos no aparece tanta profundidad en el banco (por ahora el brasilero naturalizado Hatila Passos ha aportado muy poco).

Donde Uruguay sí tiene recambio es en la base, justamente con tres jugadores que se desempeñan en Argentina: Santiago Vidal (10 puntos y 5,5 asistencias), Luciano Parodi (14 puntos) y Gustavo Barrera (8,5 puntos y 5,5 asistencias). En la primera ventana compartieron muchos minutos en cancha con doble base y si bien el regreso de Fitipaldo puede limitar en parte esa táctica, no deja de ser una de las cartas a las que Signorelli puede apostar en determinados pasajes. Especialmente cuando Argentina tenga un dos bajo como Redivo dentro del campo.

Desde lo estratégico, el partido que propondrá Uruguay está claro: un básquet que se juegue con ataques fijos y posesiones largas, buscando principalmente desgastar con la potencia de Batista en el poste bajo. En ese sentido, los pivotes argentinos tendrán que estar muy atentos en la marcación individual, ya que con tiradores como Parodi o Fitipaldo en cancha, puede ser peligroso acudir a doble marcas o ayudas excesivas.

¿Por dónde debería sacar ventajas Argentina? Para empezar, a cancha abierta, intentando conseguir puntos fáciles antes que Batista o el resto de los internos puedan establecerse en la zona pintada. Además, los de Hernández también cuentan con un plantel con muchas más variantes y respuestas en el banco, por lo que todo tipo de desgaste (físico o de faltas) a los titulares visitantes, será muy importante para el dueño de casa.