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A diferencia de las últimas temporadas, donde San Martín había sido de los equipos que menos cambios le había introducido a su plantel, la 2018/19 presenta un escenario diferente, en el que Lucas Faggiano es el único nacional mayor que continúa del finalista de la Liga pasada, al que también hay que agregarle a Michael Hicks y Jeremiah Wood como extranjeros y a Matías Solanas como U23. De todas formas, los objetivos no han cambiado demasiado: seguir peleando en lo más alto.

Algo que sí se repetirá de la campaña anterior, es el poderío de los correntinos en el juego interior. La dupla Keenan-Wood tendrá ahora una nueva versión, con la renovación de Wood y la llegada de Lee Roberts, de probado nivel dentro de la competencia. En ambos, sumados a un Michael Hicks que también es muy fuerte cerca del aro, estará el mayor poderío del equipo, especialmente a la hora de jugar los ataques fijos. La única duda: utilizará González a Roberts como titular o lo traerá desde el banco como a Keenan, dándole la posición de ala pivote a Irwin Avalos (más parecido a la función de tirador que tenía Mainoldi).

El desafío para San Martín será encontrar un balance ofensivo, sin transformarse en un equipo dependiente de la ofensiva estacionada y el poste bajo. Para eso, será clave que Tomás Zanzottera retome su mejor nivel y se transforme en el anotador que ya ha demostrado puede ser. Debido a la configuración del equipo, no sería raro que el exObras tenga un importante salto en su promedio de goleo y no es imposible imaginarlo alrededor de los 15 tantos de media. Por otro lado, los jugadores de rol de la segunda unidad deberán aportar tiro externo y ayudar a generar algo de espacio para sus hombres grandes.

Defensivamente, los de González se proyectan como un equipo fuerte y con buen rendimiento en los tableros, aunque podrían tener problemas frente a rivales más dinámicos y veloces. Con una segunda línea de marca que incluye a jugadores de 42 (Hicks), 31 (Roberts) y 33 años (Wood), San Martín tiene algunas señales de alarrma que deberá ir respondiendo. ¿Lo positivo? La profundidad que pueden llegar a encontrar en ataque, los hará menos susceptibles a los contragolpes.