La historia de Larry, el hermano de Michael Jordan
09:52 27/04/2020 | Su impacto en la infancia de la estrella provocó que este se volviera mucho más competitivo de lo que era. Pero, a pesar de que tenía talento, no pudo establecerse en el básquet profesional.
Michael Jordan es, para muchos, el mejor jugador de básquet de todos los tiempos. Su impacto en la cancha no sólo se traduce en títulos y reconocimientos individuales, sino también en una idea de dominio que pocas veces había sido vista. Esa mentalidad competitiva lo llevó a querer medirse (y superar) siempre con los mejores. Sin embargo, cuando apenas era un joven de Willmington que soñaba con ser una estrella, tenía un único objetivo: ganarle a su hermano Larry.
Nacido en Brooklyn once meses antes que Michael, el joven Larry se presentaba como el talentoso de la familia Jordan. Ayudaba a su padre con los trabajos manuales, era reconocido por su potencia atlética y, en la cancha de básquet, se encargaba de recordarle a su hermano menor quién era el que mandaba. MJ odiaba todo eso. Su principal meta era vencerlo de una vez por todas: "Crecí compitiendo con mi hermano. Así es como aprendes a ser un verdadero competidor. Es la mejor forma. Una vez que le ganas, crees que puedes contra cualquiera."
Pero la concepción del talento de Larry no era solo una apreciación del pequeño Jordan. El muchacho era muy bueno. Tanto que, en esos tiempos, él cargaba el apellido en los playgrounds de North Carolina. Y, cuando compartían equipo, también tenía el control sobre los gustos y las preferencias: ambos querían el dorsal 45, pero siempre se lo quedaba el mayor. Entonces, Michael comenzó a usar el 23.
Sin embargo, mientras el físico y los talentos de su hermano se iban por las nubes, Larry se mantuvo en los 1,72 metros. Jamás pudo desarrollarse físicamente de la manera que su cuerpo lo necesitaba para impactar en escenarios más grandes. No se alejó del juego, pero diversificó sus posibilidades. Mientras entrenaba, también atendía en una tienda de indumentaria deportiva. Cuatro años después de que los Chicago Bulls eligieran en el Draft de 1984 a Michael, él se enlistó en el plantel de los Chicago Express. Duró poco tiempo en aquel equipo de la incipiente World Basketball League, competencia que desapareció en 1992.
Pasó por varios trabajos hasta que, cuando su hermano compró a los Charlotte Bobcats, se unió al staff de la franquicia para ayudarlo en diferentes tareas administrativas. Su carrera deportiva no pudo dar el salto. Aunque se puede argumentar que, sin haber jugado un partido en ella, la NBA igualmente debe agradecerle. Al final de cuentas, él fue quien hizo florecer la competitivad en una de sus máximas leyendas.
Notas Relacionadas
Un joven que se presentó al Draft 2020 fue acusado de asesinato
Querejeta: "No hay equipos ni fechas para un torneo de 20”
Richotti: "Fuimos el primer paso de algo histórico para nuestro básquet"
Teshaun Hightower fue acusado de ser cómplice en un asesinato
Green: "Me decepcioné cuando Jordan dijo que Pippen se equivocó"
Videos Relacionados
- Play
A 23 años de una de las noches más salvajes de Jordan
- Play
La Liga según el recuerdo de algunos entrenadores y exjugadores
- Play
Para cerrar la semana: el juego 6 de Bulls-Jazz en las finales de 1998
- Play
Mirá la presentación de The Last Dance al estilo de los 80 de Chicago
- Play
Un día como hoy hace nueve años, Kobe Bryant metió este volcadón