La historia de Eric Ferguson, el hijo de Cal que va a jugar en Bahía Basket
20:44 08/01/2019 | Una dura lesión de rodilla en su último año universitario le impidió tener posibilidades en el Draft; ya tuvo un paso por el básquet nacional.
Eric Ferguson nació el 4 de octubre de 1989 en Statesboro y ya desde su infancia estuvo ligado al baloncesto debido a que su padre lo practicó profesionalmente. Se trata ni más ni menos que de Calvester Ferguson, quien disputó gran parte de su carrera justamente en la Argentina, ya sea Liga Nacional, TNA o Torneo Federal. Tal fue el arraigo de Cal con nuestro país que se ganó la posibilidad de jugar como nacionalizado.
Justamente con esa rotulación llegó a Estudiantes de Bahía Blanca en la temporada 2006/07, en donde jugó 18 partidos y promedió 3.5 puntos, 3.2 rebotes y 12.9 minutos en cancha. Eric Ferguson seguirá los pasos de su padre ya que este lunes fue confirmado como nuevo refuerzo para el plantel de Liga Nacional de Bahía Basket. También juega en la posición de pivote, pero su complexión es más atlética, a partir de la combinación entre sus 2.01 metros y sus 95 kilogramos.
Su paso más reciente fue en Hong Kong, en donde jugó 8 partidos y promedió 23.3 puntos, 11 rebotes, 2.8 asistencias y 1.9 tapones, en 33.5 minutos en cancha. Vale recalcar que también tuvo una breve pero fuctífera etapa en el básquet argentino, más precisamente en Unión de Santa Fe en la temporada 2015/16. Fueron 14 juegos en el marco del TNA, en los cuales se erigió como líder anotador y rebotero: tuvo una media de 13.6 puntos (43.6% dobles, 36.5% triples y 50.8% libres), 6.7 rebotes, 0.9 asistencias y 0.9 tapas en los 24.4 minutos que permaneció en cancha.
Su etapa universitaria en Georgia Southern fue muy laureada debido a la supremacía que lograba imponer dentro del campo: en su temporada de Sophomore (2011/12) fue elegido como miembro del primer equipo de toda la Conferencia Southern, tanto por los medios como por los entrenadores. Su última temporada en los Eagles fue la 2012/13 en la cual lideró a su equipo en puntos (13.5) y rebotes (6.2). Una rotura de ligamentos de rodilla le impidió jugar su último curso en la NCAA y también le quitó las chances de mostrarse en ese año tan trascendental en vistas al Draft de la NBA.
