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Explotó todo en Washington: el pobre inicio del equipo en cuanto al rendimiento colectivo y a los resultados (apenas ganaron 5 de los 16 juegos iniciales de la temporda), provocó que la tensión fuera creciendo cada vez más con el transcurso de los días y las derrotas. El punto de inflexión se produjo en los últimos días, ya que según informó Shams Charania, se han producido diversos enfrentamientos entre los propios compañeros de equipo. 

Algunos de los choques más intensos tuvo como protagonista a John Wall, quien discutió con Jeff Green, mientras que Bradley Beal hizo lo propio con Austin Rivers. Beal fue mucho más allá y apuntó a los despachos de la franquicia por su inacción ante la deblacle que según el iba a darse en cuestión de tiempo: "He estado lidiando con esto durante los últimos 7 años y comienza de arriba hacia abajo".

Igualmente, la gota que parece haber colmado el vaso de una franquicia que está a la deriva (son la 29° peor defensa de la NBA) fue el intercambio de palabras entre el referente John Wall y el entrenador Scott Brooks, que culminó con una serie de insultos por parte del jugador, según explicó Adrian Wojnarowski. Hoy en día en los Wizards predomina la anarquía y parece que la organización se decidió a tomar cartas en el asunto con una decisión lapidaria: todos los miembros del plantel se pusieron a la venta, incluidas las estrellas Wall y Beal.