LSB 2016

Jasen: "Nunca imaginé que el básquet me daría este enorme regalo a mi edad"

21:10 03/11/2016 | Pancho habló tras el pase a la final de la Sudamericana con Bahía Basket, después de un miércoles de enorme emoción y en un nuevo punto alto a su historia.

La experiencia con la juventud: la emoción de Pancho con Redivo post clasificación (foto: FIBA)
Bahía Basket logró una clasificación soberbia este miércoles, después de ganarle a Olímpico en La Banda por la segunda jornada de las semis de la Liga Sudamericana y conseguir el único boleto de juego dentro del grupo rumbo a la gran final del torneo continental. Premio histórico para un Bahía que brilla y luce más radiante que nunca.
 
Los bahienses superaron una prueba durísima más, un enorme baño experiencia para unos pibes que ya se recibieron de hombres y algo que sin dudas quedará en el recuerdo por siempre. Pero queda más por hacer, porque ahora se divisa la final de la Sudamericana y además hay que volver al ruedo en la Liga Nacional. Mucho por hacer dentro del calendario, aunque este mimo que el equipo consiguió anoche es producto de un reconocido trabajo y un proyecto de varios años que sigue dando sus frutos.
 
Y si de merecimientos hablamos seguramente no podemos dejar afuera de Hernán Jasen. Pancho, con 38 años y una condición realmente exquisita, es uno de los íconos más marcados de este Bahía Basket. Referente dentro y fuera de la cancha, un histórico de descomunal trayectoria y logros, escribió una nueva página de gloria en su libro dorado. Todavía falta, es cierto, pero Jasen es consciente de que todo esto es un premio increíble y en diálogo con Básquet Plus habló del significado del mismo.
 
- Hicieron algo único.
. Estamos muy felices de lo que conseguimos. La verdad es que esto es terrible, ganar los dos partidos y ya estar clasificados sin todavía haber jugado el último partido era algo impensado para todos nosotros. Mucha garra, corazón, alma y juego hay en todo esto.
 
- No llegaban quizá como los favoritos porque la verdad es que el grupo mismo era terrible, pero sobre todo anoche no tenían a tres pilares, contra un Olímpico fantástico y hasta el público en contra. ¿Pensaron un poquito toda esta situación?
. Nosotros lo veíamos un poquito más optimistas. Cuando vimos el grupo y descubrimos los equipos que íbamos a enfrentarnos sabíamos que era un grupo muy duro, porque Olímpico es un gran equipo que de local se hace muy fuerte, Guaros es un equipo con un presupuesto muy bueno que viene de ganar la Intercontinental y a eso le sumás a un Uniceub que era el último campeón. Ahí ya sabíamos que íbamos a jugar contra equipos de mucha experiencia, fuertes, en su casa y nosotros llegábamos un poco como la cenicienta del grupo siendo un equipo con mucha gente joven y la primera vez que jugábamos un torneo. Pero esto es básquet, lo maravilloso que tiene este deporte es que a veces el que llega con menos favoritismo puede conseguir resultados y pasar, sobre todo con la instancia en la que jugamos.
 
- ¿Lleva mucho tiempo bajar de la nube esta?
. Yo supongo que sí, porque lo de anoche fue muy fuerte para nosotros porque nos faltaron tres tipos fundamentales en el juego. Todos somos importantes pero acá estamos diciendo que nos faltaron dos jugadores titulares y el sexto hombre que tenemos en el equipo que es el que nos cambia los partidos. Y enfrentar de esa manera a un equipo como Olímpico y conseguir esa victoria obviamente hace que estemos todavía un poquito como en las nubes. Va a ser difícil, pero tenemos que pensar que el partido de hoy es muy importante para nosotros porque podemos quedarnos con una posible ventaja para la final. Costará porque obviamente todavía estamos disfrutando de este momento.
 
- ¿Los dolores físicos después de tanto desgaste se sienten?
. Y yo estoy muerto (risas), pero es un dolor lindo, el más lindo de todos y es un dolor que se disfruta. Igual es una mezcla, porque acá en el equipo estamos disfrutando todo lo de anoche pero también hay unos jugadores que, pobres, están descompuestos y se están mejorando. Es una mezcla, pero como ya sea hoy ya toca cambiar el chip y salir a ganar el último partido que nos queda.
 
- ¿Cómo se baja de eso en tan poquitas horas de diferencia?
. Mirá, lo vivís cuando termina el partido, te abrazás con todos, te llegan muchos mensajes de gente felicitándote por el triunfo y la clasificación. Nos pasa a todos, lo hablaba anoche con los chicos, ayer realmente nos sentíamos muy bien por el reconocimiento que tuvimos. Pero ya está, esto es así, nosotros tenemos que mantener la misma humildad y no pensar en lo que conseguimos, no pensar que somos finalistas de la Sudamericana. Acá está claro que cuando inflás un poco de más el pecho creyéndote un poco más enseguida te lo parten, te golpean y te vuelven a la realidad. Por eso nosotros tenemos que seguir teniendo los pies sobre la tierra. El trabajo, la humildad y el sacrificio son las cosas que nos llevamos hasta acá, no podemos perder esos valores porque nos equivocaremos. Que va a ser difícil sí, obviamente que así será, pero confío en que esto lo disfrutaremos un rato más y hoy ya volveremos a este camino que estamos haciendo en toda la temporada.
 
- ¿Qué fue lo primero que se te vino a la cabeza ayer apenas terminó el partido?
. Una alegría difícil de describirla con palabras. Porque nos juntamos todos después del partido, ante la adversidad que te decía, y nos abrazamos todos. Fue muy emocionante. Nos dijimos las cosas, el valor que tenía, nos agradecimos unos a otros por el partido que habíamos hecho. Más allá de ganar, si nos hubiera tocado perder, yo estoy recontra orgulloso de lo que dio el equipo, de la forma en la que planteó ese partido tan importante. Gracias a Dios ganamos, pero me parece que el mensaje nuestro era batallar, luchar con lo que teníamos hasta el final. Entonces eso fue muy emocionante, ver a todo el grupo unido apenas terminó el partido y decirnos esas cosas.
 
- ¿Y mientras fue pasando el tiempo?
. Y ahora más tranquilo emocionado, porque a esta altura de mi carrera poder jugar una final de Liga Sudamericana, teniendo partido en Bahía Blanca con mis amigos y con mi familia presentes. A esta edad es algo que nunca me hubiera imaginado, y es algo que también me emociona muchísimo.
 
- Ahora encima con Pepe, Sepo, quizá algo de ese recuerdo del '98. Me parece que es un mimo increíble.
. Sí, porque es un grupo de amigos. Tanto Sepo, Pepe, Mauro y también con el Puma que le tengo un afecto enorme, que sufre cada momento donde estamos mal. Y vernos todos disfrutando y tan felices como nos pasó ayer es algo que para mí supera un montón de cosas. Le estoy agradecido al básquet por esta oportunidad que me está dando y por poder estar en una final. No hicimos nada todavía, eso está claro, pero vamos a tener la oportunidad de poder jugar la final y para mí eso ya es un montón. Seguro que aprovecharemos la ocasión para dejarlo todo, de eso no tengo dudas.
 
- ¿Si te pregunto en qué lugar de toda tu riquísima carrera ponés todo esto tenés una respuesta o todavía no lo tenés organizado?
. Creo que todas son experiencias distintas. Deportivamente puede ser que el día en el que clasificamos a la final de la ACB eliminando al Tau jugando contra el Barcelona a nivel club me parece que eso fue lo máximo que disfrute, llegar a finales de la liga. Después a nivel selección el Preolímpico en Mar del Plata. Pero esto me llega a una edad donde uno ya disfruta de otra manera, estás en la recta final de tu carrera deportiva y lo vivís de otra manera. Lo viví así también por los nenes que tengo que son más grandes, que van a la cancha y me pueden ver jugar, a mis viejos que los tengo ahí y amigos. Es distinto, tiene un lado más sentimental me parece porque estoy más cerca de la gente que quiero y más cerca de la gente con la que me formé desde chico, cerca del lugar en el que me formé como jugador. Por eso creo que esto para mí es una oportunidad y un regalo enorme que me está dando el básquet.
 
- Algo totalmente más romántico.
. Sí, si hace dos años me decías de volver a jugar, hacerlo en Bahía Basket y hacer las temporadas enteras como lo hice con las dudas que tenía de saber físicamente cómo iba a estar, hoy viendo todo ese tiempo atrás y sabiendo dónde estamos ahora obviamente que estoy recontra contento porque nadie sabía lo que podía suceder. Son situaciones que tengo que disfrutarlas al máximo y tiene mucho sentimentalismo también. Es muy bueno que pueda disfrutar de esto, me siento un privilegiado.
 
- Todavía me quedó un flashback exquisito de ayer: habías errado un triple 10 segundos antes pero tomaste otro tiro de nuevo, ahí sí metiste esa bomba que fue clave para dar aire y de inmediato viene un robo en primera línea, vos corriendo con la pelota a campo abierto y volcándola. Hace unos días Jamaal (Levy) nos dijo que ustedes se rejuvenecen con la energía del piberío. ¿A vos te pasa lo mismo? ¿Te pusiste a pensar que hiciste todo eso y más con casi 39 años?
. Sí, la volqué a dos manos (risas), me reía después del triple ese y Sepo también, venía buscando meter esa. Es obvio que con estos chicos uno se rejuvenece. Jamaal mismo también, nos da un equilibrio total, es un tipazo tanto adentro de la cancha porque da gusto tener a un tipo que se sacrifique tanto por el equipo como fuera de la cancha. Jamaal tiene un equilibrio total y nos ayuda un montón. Claro que uno rejuvenece con ellos, viendo a Lucio (Redivo) cómo está creciendo y jugando, cada día siendo más maduro como también es el caso de Gastón (Whelan) o de Martín (Fernández). Martín Fernández tuvo que jugar después de que los dos aleros que estaban por delante estaban con problemas y respondió de una manera espectacular. O sea, todo el trabajo hace que uno se sienta joven y saque fuerzas por donde no las hay. Y es lo que pasa, porque ayer jugué casi 30 minutos que hace mucho que no jugaba tanto (risas), pero sinceramente te digo que podía haber jugado 20-30 minutos más porque las ganas y el deseo de ganar que tenía era tan alto que uno no notaba el cansancio.
 
 
Lucas Leiva / [email protected]
En Twitter: @lucassleiva
En Twitter: @basquetplus
 

Compartir