Sergio Hernández dialogó con Básquet Plus y el resto de la prensa en la zona mixta, una vez finalizada la final del Mundial con derrota ante España (75-95). Se refirió al peso específico de lo logrado por el equipo argentino, el valor de haberse colgado la medalla de plata y también sobre lo que se podría llegar a venir en el futuro cercano.
- ¿Sentís que el resultado cambia mucho lo que hicieron?
. No, absolutamente nada. Lo que cambia es que una medalla sería de oro y la otra de plata. No tenemos excusas: no estábamos cansados ni satisfechos. España nos ganó de punta a punta porque fueron mucho mejores que nosotros tácticamente, en el juego y en la ejecución. Fueron brillantes y no me sorprende porque son un equipazo y tienen jugadores de primerísima calidad para tirar para arriba. Te voy a ser sincero, vos sabés que me cuestan las derrotas y vos sabés que he llegado a estar dos días sin hablar, sobre todo en esas caídas en las que no hay mañana. Pero en este caso mi sensación es que no perdimos el oro, sino que definitivamente ganamos la plata. Es un mensaje que realmente creo de corazón; soy uno de los peores perdedores que he visto y sin embargo estoy diciendo esto a media hora de haber perdido la final del mundo. Nosotros ganamos la plata, este equipo es espectacular y va a estar en mi corazón y creo que en el corazón de los argentinos por el resto de nuestras vidas. Nos dio unas emociones increíbles, porque con muchas menos herramientas que otros equipos hicimos mucho más que la mayoría.
- ¿Esto es el comienzo de algo?
. No lo sé, nunca se sabe. Espero que sí. Me parece que hay una camada que también vienen pidiendo pista, como Leandro Bolmaro que estuvo hasta el último corte. Hay una camada que viene tocando bocina y que si se mezcla con esta, nos va a permitir seguir siendo competitivos. Si no parece como que subestimamos lo que tenemos. ¿Cómo hicimos para ganarle a Bogdanovic o a Jokic? Los nuestros serán tan buenos como ellos, sino no les podríamos ganar. Una vez puede sorprender, pero más de eso no.
- ¿El laburo es hacerle entender a los chicos el valor de lo que está pasando?
. Sí, es normal la tristeza del equipo y está bien que así sea. Tanto Luis como yo tenemos más de estas cosas y somos más conscientes de dónde llegamos. Igualmente, todos vamos a tomar consciencia dentro de dos o tres horas, pero Luis y yo la tomamos cuando faltaban 10 minutos y perdíamos por 20 puntos. Seguimos compitiendo, Luis se tiró de cabeza varias veces, pero sabiendo que no había manera de dar vuelta el partido y que teníamos que honrar la camiseta y ser dignos en la derrota. Lo asumís, lo aceptás, felicitás al rival y nada más. Los jugadores jóvenes tienen que entender que hicieron una tarea increíble.
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