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Luego de que Lanús diera la sorpresa en su enfrentamiento del pasado viernes, Obras buscará la revancha este domingo, desde las 20 horas, cuando reciba en su estadio al equipo de Guillermo Vecchio. Ambos ya tienen su lugar definido en cuanto al Súper 8 (Obras primero asegurado, Lanús eliminado) por lo que el choque tiene como mayor objetivo el arrastre de puntos para la próxima fase.

Tras ganar cinco partidos de forma consecutiva, el conjunto de Lamas perdió su racha este viernes, confirmando que el equipo (como tantos otros) ha sido uno como local, y uno muy distinto fuera de casa. En Obras tiene una marca casi perfecta de 7-1, mientras que de visita, un mucho más irregular 5-4. Ya con el equipo completo (recuperó a Iván Basualdo en la última fecha), el tachero se prepara para seguir defendiendo con éxito su localía.

Como marcábamos, Obras ya sabe que será primero en la Conferencia Sur de cara al Súper 8 y estará recibiendo en el cruce de Cuartos de Final, a Gimnasia Indalo o Quilmes, según como salgan los patagónicos en su próximo juego. Durante todo el torneo, más allá de algunos bajones lógicos, los de Lamas se han mostrado sumamente consistentes, con un ataque repleto de variantes y una defensa sólida y cumplidora.

Dentro de esas variantes opciones ofensivas, podemos destacar a su pareja de interiores, la cual se ha consolidado como una de las mejores de la competencia: Marcos Delía lidera al equipo en puntos (14,8) y rebotes (8,2), mientras que Ramón Clemente también aporta lo suyo (12,8 puntos y 7,7 rebotes). Además, el resto del quinteto inicial (Aguiar, Fitipaldo y Safar) también promedia en doble dígito de anotación, mientras que en el banco han aparecido gratos aportes como el de Diego Guaita, Patricio Tabarez o Tomás Zanzottera, quienes terminan de darle forma a quizás, el equipo más largo de la Liga.

Por su parte, Lanús, luego de un mal inicio de temporada, viene en levantada, mejorando desde el juego y también desde los resultados. Ganó dos de sus últimos tres encuentros y este domingo intentará mantener ese envión de cara al receso del final de la primera fase.

Los cambios realizados por Vecchio parecen haber dado resultado, al menos de momento. Lorrenzo Wade es una garantía en el costado ofensivo y le ha dado al equipo una segunda opción (o incluso por momentos primera), para acompañar al goleador de la competencia, Nicolás Romano. Entre ambos promedian unos 42 puntos, es decir, más de la mitad de los tantos del equipo por actuación. 

"Creo que fue el mejor partido de la temporada, más allá de que contra Quilmes y Peñarol de local también fueron buenos juegos, creo que el viernes dominamos a Obras, y hasta con ventaja de 20 puntos. Aparte hubo un gran juego colectivo y eso se vio reflejado en la cantidad de asistencias que tuvo el equipo", contaba a Básquet Plus Adrián Forastieri sobre el triunfo del viernes, en las últimas horas.

Por otro lado, aunque todavía debe terminar de adaptarse a la competencia, el senegalés Assane Sene comienza a darle al cuerpo técnico una presencia interior, más que nada en el costado defensivo, que el granate venía precisando desde el inicio de temporada (hoy figuran como la defensa más permeable del torneo). El jugador todavía se encuentra bajo la lupa, pero está claro que al menos desde las características, es lo que el plantel precisaba.

El tema con Lanús sigue siendo su banco de suplentes. La idea pasa por darle varios minutos a los jóvenes del club, pero eso ha hecho que Vecchio disponga de una rotación muy corta, generalmente de siete u ocho jugadores. En este sentido, la lesión de Enzo Ruiz (microdesgarro) pega fuerte en el potencial del equipo, dejando un poco desprotegido su perímetro (Pineda y Wade son sus únicos 2-3 naturales).

Hasta el momento, ambos conjuntos se han visto las caras en tres oportunidades, quedando las primeras dos en manos de Obras por 27 y 16 puntos respectivamente, y la última, para Lanús por 88 a 81. En dichos juegos, la superioridad en ataque de Obras ha sido importante, promediando un 60% en dobles vs un 47% de su rival, y un 39% en triples contra un 29% del granate.

Por último, hay que mencionar que este encuentro marcará el lanzamiento de la iniciativa "Obras TV", transmitiendo por streaming desde la web del club (www.obrasbasket.com/TV), con relatos de Leo Montero y comentarios de Fabián Pérez, todos aquellos partidos del equipo como local, siempre y cuando no tengan los derechos TyC Sports o DirecTV.

Aunque es temprano en la temporada, Gimnasia recibe a Bahía Basket en un partido que para los locales, se toma como una verdadera final, ya que de su resultado depende su clasificación o no al Súper 8. Un triunfo les asegura el cuarto lugar, mientras que una caída, dejaría en esa posición al expectante Quilmes de Ramella. El desafío, desde las 21.30 en el Socio Fundadores.

Como viene ocurriendo en otras temporadas, Gimnasia ha hecho uno de sus fuertes la defensa de su localía, presentando un récord sumamente negativo como visitante (2-7), pero prácticamente perfecto en Comodoro (7-1), donde el equipo además lleva seis victorias de forma consecutiva.

No hay dudas de que más allá de un inicio irregular, con un calendario no muy favorable en las primeras jornadas, Gimnasia tiene el plantel para pelearle de igual a igual a cualquiera en este torneo y de a poco, los de Gonzalo García se han ido acercando a esa realidad. Para este choque no tienen bajas y contarán con sus ocho jugadores mayores para su última presentación de la primera fase.

Más allá de sus interesantes variantes ofensivas, es con la defensa donde los patagónicos ganan sus encuentros: llevan trece partidos consecutivos sin permitir más de 80 puntos, encontrando una dupla titular con Orlietti y Clancy (más la ayuda de un gran defensor como Aguerre), un candado para la zona pintada propia. De hecho, Gimnasia es el equipo que menos puntos vía doble permite por encuentro (36,8), además de dejar a los rivales con el porcentaje más bajo en tiros de dos puntos (44%). Como si esto fuera poco, también son el mejor equipo reboteando en su tablero, con un Sam Clancy que es determinante en todos esos aspectos.

Por otro lado, el conjunto de Comodoro también está progresando en el costado ofensivo. En sus últimos tres encuentros promedia 88 puntos, con un quinteto inicial con todos sus integrantes por encima de los 10 tantos durante ese período. Desde lo global, Federico Aguerre sigue siendo su goleador con 14,4 puntos, mientras que Sam Clancy, su jugador más productivo con 13,3 tantos y 12,4 tableros.

La realidad de Bahía Basket es muy distinta. Los de Ginóbili están inmersos en el momento más complicado de su campaña y llegan al juego de este domingo con un plantel golpeado, sin demasiado recambio y con siete derrotas de forma consecutiva.

Mucho se había hablado de parte de sus protagonistas de tomar las dos semanas del equipo sin partidos, para trabajar en regresar a las bases. Tantos sus jugadores como el cuerpo técnico pretendía devolverle la frescura que tuvo el conjunto en el comienzo de la temporada, corriendo la cancha y pasándose la pelota a un nivel destacado. Sin embargo, poco de eso se vio el viernes. Bahía anotó apenas 57 puntos y con el doble de pérdidas (14) que de asistencias (7). 

Está claro que el plantel precisa un salto de calidad y que la ausencia de jugadores extranjeros lo ha afectado y mucho. Todavía no se encontró el recambio para el corte de John Thomas (aprovecharán el receso para buscar una alternativa) y los bahienses lo están sintiendo. El problema es que no sólo el ataque le ha fallado al equipo, sino por momentos, también su defensa, permitiendo 89 puntos de promedio en sus últimos tres juegos.

Los de Ginóbili vuelven a jugar en Comodoro con su plantel completo, al menos en cuanto a posibles ausencias por lesión y esperan buenos partidos de sus goleadores, Lisandro Rasio (12,5 puntos y 10,7 rebotes) y Julio Mázzaro (12,1 puntos) para tener chances. Una buena: si bien fue en un momento muy distinto de la Liga, Bahía ya sabe lo que es ganarle a este mismo rival, situación que lograron en dos oportunidades durante las primeras jornadas de acción. ¿La mala? Ahora deberán hacerlo fuera de casa, donde tienen apenas una alegría en ocho presentaciones.

Con ambos equipos ya eliminados de la lucha por entrar al Súper 8, el de este domingo será el intento tanto para el local La Unión, como para la visita Libertad, de salir de su mal momento y conseguir algunos puntos extras de cara a la fase que se viene.

Este será el primer partido en dos semanas para un conjunto formoseño que ha perdido seis de sus últimos siete juegos, más allá de su reciente victoria ante Atenas por 73 a 70. Lamentablemente para ellos, no pudieron en ese tiempo conseguir el refuerzo extranjero que tanto busca Demti. Primero se cayó la chance de Ricky Sánchez y luego la de Curtis Whiters, por lo que el cuerpo técnico sigue en la búsqueda de un cuatro "áspero y rebotero", según nos contaban entre semana.

Y es que La Unión, más allá de sus problemas ofensivos, debe mejorar y mucho en la defensa, donde aparece como la tercera escuadra menos eficaz del certamen y dándole la razón a Demti, también entre las peores en cuanto al tema rebotes. Ni Mack (por características) ni Coleman (por un tema físico), pudieron cumplir con ese rol y Fernando Martina ha quedado bastante sólo en ese aspecto. El ex Regatas es el líder con 8,9 rebotes. ¿El segundo? Un base, como Javier Martínez, con 4,8.

Por otro lado, el encuentro marcará el debut en La Unión de Winsome Frazier, un escolta con buena capacidad de goleo, que viene conformando al entrenador durante los entrenamientos, y que ahora junto a Mario West (16,8 puntos) intentará darle otro potencial ofensivo al equipo en el perímetro.

La situación de Libertad no es demasiado distinta, más allá de haber ganado dos de sus últimos cuatro juegos. Los de Piccato han estado irregulares durante toda la Liga y con serios problemas para desempeñarse fuera de casa, donde registran una marca floja de 1 triunfo y 6 caídas, que tanto esta noche, como en la del lunes, intentarán mejorar.

Aunque los de Sunchales han estado algo más certeros en ataque, comparten con su rival de esta noche la condición de ser un flojo equipo defensivo. De hecho, Libertad aparece como el segundo conjunto más permeable en ese sentido, permitiendo porcentajes de cancha muy altos, más que nada dentro de la zona pintada.

Para ilusionarse podemos mencionar el gran momento que está pasando Shaquille Johnson, quien más allá de ser el goleador del equipo (13,3), viene con una racha muy determinante, promediando 19 puntos en sus últimos cinco juegos. ¿El problema? En ese tramo, sacando los 13 tantos de Marino Fierro, ningún otro de sus compañeros anota en doble dígito.

Así como Frazier tiene todo listo para debutar en La Unión, en Libertad seguramente estará haciendo lo propio el pivote checo Jiri Hubalek, quien con sus 2,08 intentará darle al equipo la presencia interna que no pudo conseguir con el ya cortado Gastón Essengue.

Libertad y La Unión se vieron las caras en dos oportunidades en el arranque de la temporada y en ambas ocasiones, el triunfo fue para los de Piccato; por un cerrado 72 a 71 en el debut y más tarde, por un mucho más abierto 92 a 74.