Basquetplus.com

El gran desafío para aquellos equipos que se encuentran en un claro proceso de crecimiento es evitar estancarse o peor aún, retroceder en esa mejoría. Esos serán los obstacúlos a esquivar por Philadelphia en esta 2018/19, luego de una temporada anterior en la que dieron el esperado salto de calidad, de la mano de dos talentos fenomenales como Joel Embiid y Ben Simmons.

Los problemas para los Sixers en ese aspecto son dos. El primero es que el Este parece haber mejorado el nivel con respecto a la última campaña: Boston será mejor equipo, Milwaukee lo será y Toronto, si todo va bien con Leonard, correrá con la misma suerte. Es cierto que la salida de LeBron James abrió bastante el panorama, pero en principio, Philaldephia parece tener más rivales duros que en la 2017/18, especialmente en la competitiva División Atlántico.

Más allá de esto, el principal inconveniente que puede observarse a la hora de imaginar un estancamiento, pasa por el poco movimiento que ha tenido el plantel. Perdieron a dos hombres importantes de la rotación, como los tiradores Marco Belinelli y Ersan Ilyasova (claves en el cierre de la fase regular y los playoffs) y lo cierto es que no los reemplazaron con jugadores de igual valía (Wilson Chandler fue su fichaje de más nombre). Para colmo, su pick de primera ronda, Zhaire Smith, mantuvo viva la maldición de la franquicia y sufrió una grave lesión en el pie izquierdo que lo tendría afuera de las canchas hasta principios del 2019.

Con ese panorama, las esperanzas de los 76ers pasan por el crecimiento interno y la evolución de sus jóvenes figuras. Está claro que el equipo volverá a llegar hasta dónde lo lleven Simmons y Embiid, quienes serán los principales motores de cualquier progreso que pueda mostrar su conjunto en la temporada. Jugadores como JJ Redick, Robert Covington o Dario Saric son rendidores, pero con un rol definido y no se espera que vayan a estar muy por encima o por debajo de lo esperado.

La única incógnita en ese aspecto pasa por Markelle Fultz. El número uno del Draft 2018 tuvo una campaña de novato para el olvido, viviendo una situación muy extraña en la que perdió todo tipo de confianza en su lanzamiento, cambiando incluso su mecánica de tiro. Los Sixers incluyeron a Fultz como titular en la pretemporada y el base mostró algo de su potencial, aunque todavía muy lejos de lo que se espera de un proyecto de su calibre. Si en algún momento tiene la explosión esperada, será el factor x que pueda cambiar el rumbo para los de Brett Brown. Pero al menos hoy, eso parece poco probable.

Por último, será interesante ver qué tipo de Philadelphia vemos. ¿Le darán las llaves a Ben Simmons, para jugar un básquet de transición, con el australiano rodeado de perimetrales?, ¿o apostarán por tener a Joel Embiid como su arma dominante en el poste bajo, aún cuando esto implique bajar el ritmo de juego? Lo cierto es que en la 2017/18 tuvieron éxito con ambas estrategias y hay argumentos para defender las dos posturas. Para descubrir por cuál empezarán a inclinarse, solo hay que esperar unas horas más.

Juan Estévez / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @JuanEstevez90