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En momentos en los que de a poco las diferentes ligas de Europa van dando por finalizadas sus temporadas y ya son 22 las que tomaron esa decisión, la Euroliga sigue firme con la intención de terminar el torneo con la mayor normalidad posible en la medida que la crisis sanitaria por el Coronavirus lo permita.

Ed Scott, director de operaciones de la Euroliga, habló con el colega Faustino Sáez de El País de España y explicó que su deseo es volver a la normalidad cuanto antes para poder terminar el torneo como estaba acordado. En caso de no poder hacerlo porque se demoran de más en retomar las actividades, lo siguiente sería elevar el número de semanas de doble jornada para cortar los tiempos que pueda demandar el cierre de la temporada regular, a la cual solo le quedan seis fechas.

La más probable de todas las opciones es la de llevar a cabo el restante de la temporada como lo suelen hacer en el Eurobasket o Mundial: trasladar todos los juegos a una sola ciudad que esté preparada con al menos dos estadios de primer nivel y poder terminar con todos los equipos reunidos en el mismo lugar. Además, tienen todo previsto y calculado para poder retomar de la mejor manera, con una cuarentena obligatoria de dos semanas y otras dos de entrenamientos para que el físico de los jugadores se vea afectado lo menos posible.

Si bien la situación de cada país es diferente a los demás, la Euroliga no pierde las esperanzas de poder terminar esta temporada para no perderla. Estambul, Moscú y Atenas son algunas de las ciudades preparadas en cuanto a infraestructura si la tercera opción es la elegida, además de que las últimas dos están en países que, en comparación con otros del continente, están mejor posicionados respecto a la crisis sanitaria.

“En el caso más extremo hemos estimado que necesitaríamos cinco semanas para poder jugar toda la competición”, explicó Ed Scott acerca de esta problemática. En total son 78 partidos como máximo los que resta disputar del torneo, entre cierre de temporada regular, playoffs y la Final Four, la cual se debía llevar a cabo en Colonia, Alemania, pero que con este esquema pasaría a otra sede.