Río 2016

En el último suspiro, Argentina venció 86-85 a Lituania

23:33 27/07/2016 | El seleccionado argentino derrotó a Lituania en el cierre del Tres Naciones y tras dos suplementarios. Campazzo anotó el doble ganador.

Manu terminó con 11 puntos

En un final de enorme suspenso y con doble suplementario, Argentina venció 86-85 a Lituania y cerró el Tres Naciones de Tecnópolis con una sonrisa. Despedida tremenda para la selección nacional, que se va de Buenos Aires con una sonrisa y afina detalles de cara a Río. Facundo Campazzo fue el héroe de la noche anotando el doble ganador.

 

El juego arrancó con una eficacia argentina que no iría acorde al resto del primer tiempo. Ginóbili castigó con dos rápidos lanzamientos de tres y apoyado por una muy buena defensa (eso sí sería tendencia), los de Hernández tomaron una rápida ventaja de 6-0. A partir de ahí, todo se trabó. Argentina no tenía la ejecución ofensiva de otros momentos de esta preparación, pero su marca lo sostenía y se llevó los primeros 10 minutos por 10-7.

 

Luego de ese primer parcial positivo, el conjunto de Hernández sufrió mucho la rotación y perdió nivel. Lituania empezó a encontrar huecos en la marca rival y combinado con una muy pobre eficacia en los lanzamientos del local, los europeos pasaron al frente. Maciulis sumó dos triples, mientras que Kalnietis hizo daño en alguna penetración aislada, para terminar la mitad 30-26 al frente.

 

A diferencia de lo que venían siendo estos amistosos, este primer tiempo marcó una cara muy distinta del equipo nacional: mucho mejor en lo defensivo, pero sin poder aprovechar del todo esa situación, debido a su flojo rendimiento en el campo contrario.

 

Algunos de los mejores minutos de Argentina en esta previa olímpica, se vieron en el arranque del tercero. No solo se produjo más desde el goleo, con un Campazzo que iba ganando confianza, sino que incluso se potenció lo que ya era un buen trabajo defensivo. En ese aspecto, fue clave el aporte de Acuña, quien se volvió una estampilla para Valanciunas, jugándole sumamente físico.

 

El problema, nuevamente, fue la rotación: los de Hernández volvieron a secarse una vez que salió Ginóbili, mientras que Valanciunas encontró mayores espacios, cuando Mainoldi tomó el lugar de Acuña en el quinteto (pasando Scola de cinco). Así, Lituania recuperó la delantera y se metió al último período al frente por 48 a 45.

 

Este paradigma de los bajones sin los titulares, por fin iba a cambiar en el último cuarto. Con la doble base en cancha (Campazzo-Laprovittola), el seleccionado ganó en generación de juego y de a poco, los suplentes se fueron soltando (muy necesario penando en Río). Un triple de Mainoldi empató el marcador y con esa paridad, ingresaron a la recta final del duelo.

 

Argentina llegó a ponerse arriba por cuatro tras una volcada de Delía (61-57), sin embargo la respuesta de Lituania fue rápida y con un triple volvió a apretar la historia. El final, a pesar de unas bombas marradas por Laprovittola, permitió que la selección quede con ventaja de 68-65 a menos de dos minutos. Otra vez Lituania empató con un triple de Jankunas y obligó un cierre tremendo, donde tras una bomba fuera de tiempo de Javtokas se llegó al suplementario 68 igualados.

 

Argentina tomó la iniciativa en la prórroga, con Scola dañando y un par de acciones interesantes que le dieron a los de Hernández cierta ventaja. Unos robos de Laprovittola y Garino alimentaron las chances nacionales gracias a esa genial defensa, aunque Javtokas y Jankunas dejaron a Lituania 78-77 a 17s del cierre. La última fue para Argentina, que a pesar de una falla de Scola tuvo un enorme robo de Campazzo para mandar al capitán argentino a la línea. Luifa solo pudo anotar uno de los dos libres, lo que envió el duelo a otro suple: 78-78.

 

Entre Campazzo, Laprovittola y Garino se labró una defensa súper intensa que forzó los errores lituanos. De todas formas, sin efectividad de campo ni sin anotar los libres la historia se hizo cuesta arriba. Argentina se quedó sin gol, los triples no entraron y eso permitió que Lituania se perfile mejor. Pero la que tenía que entrar finalmente se metió, con una flotadora de Campazzo que sentenció el 86-85 definitivo en un final cerrado y emotivo.

 
Juan Estévez / [email protected]
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