La Liga 2017/18

El proyecto Bahía Basket: nuevos nombres, misma idea

12:09 18/09/2017 | Los bahienses perdieron a un par de jugadores claves, pero tratarán de reinventarse con la misma filosofía de siempre. Repasamos sus chances para esta temporada.

Fjellerup se proyecta como titular tras la salida de Redivo

Posible rotación

 

Bahía Basket (Bahía Blanca, Buenos Aires)
Base
Luciano Parodi (E)
Facundo Corvalán (J)
Escolta
Máximo Fjellerup (U23) Santiago Vaulet (J)
Alero
Juan Pablo Vaulet (U23)
José Materán (U23, E)
Ala pivote
Hernán Jasen
G. Iglesias (E) / D. Bordignon (E)
Pivote
Anthony Johnson (E)
G. Santo (E) / F. Filippa (U23)
DT: Sebastián Ginóbili

 

Las caras nuevas

 

Luciano Parodi: El base uruguayo de 23 años llevaba un buen tiempo destácandose en su liga doméstica y el salto de calidad a una competencia más exigente parecía inevitable. Finalmente el beneficiado fue Bahía Basket, que consiguió a un jugador que combina talento y personalidad. Tendrá que adaptarse al básquet argentino, pero tiene todo para establecerse en nuestra competencia.

Gonzalo Iglesias: Junto con Parodi llegó otro uruguayo como Iglesias, quien ante la no continuidad de Jamaal Levy, peleará con Jasen para titularizar al lado de Anthony Johnson. El ala pivote se ha consolidado como un cuatro abierto en el último tiempo, mostrando un muy interesante disparo perimetral.

Gerson Santo: El tercer fichaje de Bahía fue el pivote brasilero Gerson Santo, quien primero llegó a prueba y luego terminó ganándose un lugar en el plantel. Llega proveniente de Mogi das Cruzes, donde promedió 4,4 puntos y 3,4 rebotes en la 2016/17. Se suma a una extensa rotación de hombres grandes de la cual disponen las bahienses. Es un cinco bien interior, con una interesante capacidad atlética.

 

El equipo

Luego de una 2016/17 que los terminó de consolidar entre los mejores equipos de la fase regular, Bahía Basket tendrá el desafío de hacer olvidar a varias piezas importantes que no continúan. La más importante, claro está, es Lucio Redivo, quien consiguió su graduación del proyecto y emigró a la ACB. ¿Pueden los bonaerenses mantenerse competitivos a pesar de las bajas? Por supuesto. No solo porque tienen material para reemplazarlas, sino sobre todo por mantener una identidad e idea de juego que va más allá de cualquier nombre.

La propuesta de Bahía no variará de años anteriores y tienen una clara ventaja con respecto a los otros clubes de la competencia: son el único con una rotación real de 12 jugadores. Cualquiera de los integrantes de su plantel puede ver minutos en cancha y producir dentro de su función. Desde las figuras ya establecidas, a los más nuevos como Materán, Filippa o Bordignon. Si a esto le sumamos el bajísimo promedio de edad de sus protagonistas, está claro que son capaces de mantener una frescura física difícil de encontrar en otros equipos. Y eso, en una fase regular con tantos partidos, es un plus fundamental.

En ataque, la principal referencia de Bahía seguirá siendo la búsqueda del contragolpe, donde están entre los mejores de la competencia. Los interrogantes pasan mayormente por la ofensiva estacionada, donde habitualmente han sido más irregulares. Sin el foco que resultaba la presencia de Redivo, tendrán que encontrar otras maneras de ser eficaces. Johnson seguirá siendo la primera opción desde el juego interior, mientras que Parodi y Fjellerup (candidato a tener un año de despegue) se encargarán de la creación perimetral. ¿El mayor defecto? Sigue siendo la falta de tiradores, sobre todo al sufrir bajas claves en ese aspecto como Redivo, Fernández, Levy o Ramos.

Mientras que en ataque Bahía puede tener sus problema, en defensa están destinados a volver a ser dominantes. Ya fueron la mejor defensa de la 2016/17 y tranquilamente pueden repetir ese logro en esta Liga. El ingreso de Fjellerup al quinteto inicial les da todavía mayor versatilidad y potencia en este costado, formando junto a Vaulet una de las mejores duplas escolta/alero en términos de marcación. ¿El mayor desafío? Acoplar a los nuevos en ese rendimiento y que no se note la diferencia con respecto a aquellos que ya llevan un par de años jugando en el equipo.

 

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