Fenerbahce 77 - Real Madrid 79
El Real Madrid baja al barro para vengarse del campeón de Europa / Capital Deporte
Partidazo entre Fenerbahce y Real Madrid para cerrar el año de Euroliga. Y de qué manera. Dos equipos que han dominado Europa y que se han visto en las citas más importantes. El Real Madrid, lleno de bajas, iba a tratar de conquistar la cancha del actual campeón de Europa.
El partido comenzaba jugando exactamente a los que Zeljko Obradovic. Un partido lento, a pocos puntos y mucho más centrado en defender. Evidentemente, Fenerbahce en ese tipo de partidos se mueve como pez en el agua. En cambio, el Real Madrid en partidos así no está nada cómodo. Los blancos comenzaron desorientados el partido, como si estuvieran afectados por no poder hacer el juego que más les gusta. Los exteriores turcos, especialmente James Nunnally, hacían mucho daño a los blancos desde el triple. En ataque, el Madrid no estaba mucho mejor. Por ejemplo, Trey Thompkins estaba desaparecido por la defensa de Nicolo Melli.
A falta de cinco minutos, los colegiados señalaban falta antideportiva a Facundo Campazzo cuando Nunnally se marchaba a la contra. Laso no lo veía claro, por ello daba entrada a la perla Luka Doncic. El Real Madrid estaba once abajo y las sensaciones eran aún peores. Pero con la rotación, Laso comenzaba a dar con la clave: defender para poder atacar. Para ello, Jeffery Taylor siempre es clave. Así, al final del primer cuarto, el Real Madrid lograba frenar los arreones turcos con el resultado de 17-10.
Llovía menos para el Real Madrid al inicio del segundo cuarto. Jaycee Carroll salía a pista se convertía en el revulsivo de los blancos con un triple y una bomba. Otra buena noticia para el Madrid eran las cuatro faltas de Fenerbahce en dos minutos, para desesperación de Obradovic y del público. Pero Ali Muhammed petardeaba las buenas sensaciones de los merengues con dos triplazos.
Sin embargo, las sensaciones en defensa del Madrid eran otras. Las fuerzas se habían igualado ya y el resultado con el paso de los minutos se iba equiparando. Un dato muy interesante que nos dejaba el partido también era la asistencia 500 de Kostas Sloukas. Volviendo a la cancha, Walter Tavares era expulsado por dos antideportivas tras frenar una contra y luego dar un tantarantán en la espalda a Jan Vesely. Pero las sensaciones eran otras, la sucesión de canastas blancas hacían que se fueran venciendo al descanso por un punto tras la última canasta de James Nunnally, en la cual hubo pasos (36-37).
Tras el tiempo de asueto, las sensaciones seguían siendo las mismas de inicio. El Real Madrid comenzaba a estar muy cómodo. Las circulaciones de balón estaban siendo muy fluidas, como podíamos ver en el triple de Jonas Maciulis. Sin embargo, los dos equipos estaban sucediéndose en la alternancia de balón y en las canastas. Jason Thompson, que había pasado desapercibido, estaba haciendo daño desde media distancia por la no defensa de Trey Thompkins.
Fenerbahce había mejorado en ataque en comparación al segundo cuarto. En defensa, el Madrid ya no era capaz de anotar tan fácilmente. Los blancos se estaban atascando sobremanera. Aunque para eso tienen a los desatascadores Doncic y Felipe Reyes, que siempre aparecen cuando más necesidad hay. El esloveno, sin hacer prácticamente ruido, se estaba acercando al triple-doble. Solamente le faltaban cuatro rebotes para llegar. Por Fenerbahce, estaba apareciendo Luigi Datome que anotaba de todos los colores. La igualdad seguía imperando al final del tercer cuarto. El resultado que lucía en el luminoso era de 61-62.
Diez minutos para que se decidiera el choque. Un tremendo entre dos equipos que estaban dejándolo todo sobre el parqué. La igualdad era máxima y Luka Doncic seguía acercándose al triple-doble tras capturar dos rebotes más. Otra clave en el último cuarto era la cuarta falta de Felipe Reyes. Esto obligaba a Laso a reconstruir el quinteto, colocando a Trey Thompkins de cinco y a Luka Doncic de cuatro. Fenerbahce, como durante todo el partido, estaba viviendo un choque de altibajos.
Jaycee Carroll estaba siendo clave para castigar los errores de los exteriores turcos, que estaban teniendo en el de Wyoming una pesadilla. Quizá una de las claves que marcaron el devenir del partido fue cuando a falta de dos minutos Jan Vesely cometió una dura antideportiva donde fue a hacer daño a Luka Doncic tras una falta previa de James Nunnally. No estaba todo decidido, pues Nicolo Melli anotaba su primera canasta para poner las cosas a dos.
La última posesión iba a ser para los locales e iba para las manos de Brad Wanamaker, el mejor del día de los turcos. El primer intento de Wanamaker fue taponado por Thompkins a falta de dos segundos, pero quedaba otra tentativa. Afortunadamente para los blancos, ese tiro desde la bombilla completamente solo no entraba. Los blancos lograban la cuarta victoria consecutiva en Euroliga en la cancha del campeón con el resultado de 77-79.
El MVP del partido fue Luka Doncic, que cerca estuvo de completar un histórico triple-doble. El esloveno se fue con 20 puntos, 8 rebotes y 10 asistencias. Mención especial para Felipe Reyes, quien con sus 13 puntos se convierte en el octavo máximo anotador de la historia de la Euroliga. El conjunto de Pablo Laso cerrará este 2017 en el derbi ante Movistar Estudiantes.
. Facundo Campazzo (Real Madrid): titular, 3 puntos (1/3 en dobles, 0/1 en triples y 1/2 en libres), 1 rebote, 5 asistencias, 3 robos, 2 pérdidas, 3 faltas cometidas y 4 recibidas en 28:34. Valoración: 7.