El corazón de Quilmes todo lo puede: de nuevo ganador en un quinto juego como visitante
14:00 15/06/2017 | El Cervecero es el equipo que ganó más series llegando al quinto juego sin ventaja deportiva a lo largo de la historia de la Liga. Todas sus proezas.
La clasificación de Quilmes a la final de la Conferencia Sur quedará grabada para siempre en las retinas de un estadio repleto, pero también de aquellos que tuvieron la posibilidad de verla por televisión. El partido pasó por distintos estados, alcanzando tintes de dramatismo en los instantes finales, propios de dos equipos que luchaban por el objetivo, y fue del Cervecero por varios motivos, y uno de ellos por ser fiel a su propia historia.
¿Porque decimos esto? porque Quilmes sorprendió una vez, sin ventaja deportiva llevó la serie a un quinto juego, y en terreno ajeno se quedó con la misma, tal como lo hizo en otras cinco ocasiones, que lo terminan convirtiendo en el equipo que más veces consiguió tal proeza a lo largo de todas las ediciones de la Liga Nacional.
La primera vez de Quilmes en éstas lindes se dio en la temporada 1993/94, cuando le tocó jugar la Reclasificación ante Gimnasia de Comodoro. Los marplatenses contaban entre sus filas con Eduardo Dominé, los hermanos Leandro y Sebastián Ginóbili, Rubén Wolkowyski, Horacio Beigier, y los extranjeros Tom Sheehey y Herb Blunt. Los dirigidos por Oscar Sánchez pegaron de entrada, un 82-75 que silenció el Socios Fundadores, pero el dueño de casa se recuperó en el segundo con un apretado 92-90.
En el Once Unidos, Quilmes quedó contra las cuerdas (111-114), pero se recuperó cuarenta y ocho horas después con un convincente 94-87 para forzar un quinto juego. Finalmente, en la noche del sábado 9 de abril de 1994, el Cervecero -sin Blunt porque pidió más dinero y no aceptó los 3500 dólares que le propusieron- le arruinó la fiesta a Gimnasia, que no pudo contar con Dexter Shouse, dado que fue suspendido por haber sido expulsado en Mar del Plata.
Finalmente fue victoria quilmeña por 89-85, con altos picos de rendimiento individual, especialmente por parte de Rubén Wolkowyski (18 puntos y 16 rebotes), y de Eduardo Dominé con 15 anotaciones (4/8 triples), 6 rebotes y 5 asistencias. Horacio Beigier fue la rueda de auxilio en los tableros, mientras que Leandro Ginóbili aportó además de su lanzamiento, una alternativa clave en la conducción, en tanto Tom Sheehey terminó de redondear una serie fantástica.
El primer gran batacazo de Quilmes se produjo en la temporada 2000/01, después de una segunda fase desastrosa, con récord de 1-13 y una racha de 11 derrotas consecutivas. En la Reclasificación le volvió a tocar Gimnasia de Comodoro, al que logró quebrar en un quinto juego disputado en el Once Unidos (88-82), pero que le permitió al equipo recuperar confianza y preparse para la próxima instancia, donde lo esperaba Atenas, que contaba con los nombres de con Marcelo Milanesio, Leonardo Gutiérrez, Walter Herrmann, Andrés Pelussi, Bruno Lábaque y Roberto Gabini como nacionales, y a Jason Osborne, John Eubanks y Raymond Brown como extranjeros, se perfilaba una vez más como uno de los grandes candidatos al título.
El Griego ganó los dos primeros encuentros sin mayores sobresaltos (94-78 y 104-89), pero los dirigidos por el Huevo Sánchez forzaron un quinto juego en Mar del Plata, primero descontando con un 102-93 que se terminó de construir en el último cuarto, donde logró secar el goleo de su rival, además de contar con una brillante producción ofensiva de Milton Bell (24 puntos con 10/10 libres). Dos días después la historia vio ganador a Quilmes nuevamente, pero con un sufrido 96-92, tras igualar el tiempo regular en 80 y remontar 12 puntos en el último cuarto. El cordobés Matías Ibarra llegó el partido a suplementario con un triple agónico cuando restaban 2 segundos para el cierre.
En el quinto match, el partido fue tan equilibrado que prometía un final incierto, y dentro de ese panorama fue Quilmes el que supo manejar la presión ante un Atenas que sorprendido y confundido, pero sobre todo extremadamente dependiente del aporte de Marcelo Milanesio. El cervecero sacó 11 de ventaja y torció la balanza hacia su costado. Brillaron Milton Bell (31), Yaya Día (16 puntos y 11 rebotes), y Sebastián Ginóbili (19 y 6 asistencias). Ese encuentro dejó a los cordobeses afuera de las semifinales por primera vez desde la creación de la Liga en 1985.
Los otros cuatros corresponden a la historia más reciente. Primero bajo la conducción de Leandro Ramella y con un plantel que contaba con Walter Baxley, Luca Vildoza, Luis Cequeira, Maximiliano Maciel, Tayavek Gallizzi, Rubén Wolkowyski, Diego Romero, Ivory Clark y Lucas Ortíz en sus filas, los marplatenses se encargaron de bajar a Argentino de Junín (74-81, 89-105, 80-59, 92-88 y 87-81) y Obras Sanitarias (78-91, 82-76, 93-94, 65-62 y 97-95) en la temporada 2014/15, con lo cual se metieron en la final de la Conferencia Sur, al mismo tiempo que consiguieron la clasificación a la Liga Sudamericana del año siguiente.
Cerramos el informe con la presente edición liguera, donde el Cervecero dio cuenta de Bahía Basket en cinco partidos, tras remontar un 0-2 inicial (91-50 y 98-93) que tenía sensación a barrida, sobre todo por las diferencias de ambos pleitos. Los de Bianchelli la pusieron parda en Mar del Plata, primero con un 92-87 muy disputado, y luego con una extraordinaria producción de Luca Vildoza (39 puntos) para el 97-86 final, que determinó un quinto juego en la capital del básquet.
Ante un Osvaldo Casanova repleto, Quilmes sacó a relucir su corazón una vez más, al mismo tiempo que le agregó una profunda convicción a su objetivo, además de un planteo táctico, que podría calificarse como brillante, por parte de Javier Bianchelli. El balance defensivo terminó por deglutir a Bahía, y la suma de sus individualidades le permitió pegar otro zarpazo en rodeo ajeno (90-77), de la misma manera que sucedió anoche en el Héctor Etchart, donde despertó de sus sueños a Ferro Carril Oeste.
Ahora le llega el gigante San Lorenzo de Almagro en la final del Sur. Quilmes se va a encontrar con el equipo que mejor defiende en la competencia, y un candidato natural por la suma de nombres, pero seguramente que fiel a su historia, buscará dar otra sorpresa. Será una empresa difícil pero no imposible, no al menos para el corazón de Quilmes que parece que todo lo puede.