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La primera década del nuevo milenio, del 2000 al 2010, estuvo marcada en la NBA por un grupo de nombres que absorbieron buena parte de los títulos y que lamentablemente, hoy están pasando a ser apenas un recuerdo, ya alejados de las canchas. El reciente retiro de Manu no hizo más que agrandar esta sensación, siendo uno de los últimos pilares de una generación que combinó la fiereza competitiva de sus predecesores (aquellos que dominaron los ´90), con el talento técnico y físico de sus sucesores (LeBron y compañía).

Si repasamos las figuras de los campeones durante esos 10 años, veremos muchos nombres repetidos: Kobe Bryant y Shaquille O´Neal, con los Lakers tricampeones del 2000 al 2002; Manu, Tony Parker y Tim Duncan, con los Spurs del 2003, 2005 y 2007; Dwyane Wade y el propio Shaq en el Heat del 2006; Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen en los Celtics del 2008 y cerrando la década, Kobe y Pau Gasol en los Lakers de 2009 y 2010. ¿La única excepción a la regla? Los Pistons del 2004, sin súperestrellas, pero con un quinteto súper sólido (Billups-Hamilton-Prince-Rasheed Wallace-Ben Wallace).

De esos 10 nombres (sin contar a los cinco Pistons) usualmente repetidos en la lucha por la gloria, la mayoría ya ha dicho adiós: Shaq se retiró en el 2011, Allen en el 2014, Kobe, Garnett y Duncan en el 2016, Pierce en el 2017 y Manu en el 2018. Los únicos que siguen en actividad son Tony Parker, Pau Gasol y Dwyane Wade, cuyo futuro no está tan claro (todavía no tiene equipo). Y por supuesto, ninguno de los tres tiene demasiado hilo en el carretel ni mantienen un rol clave en sus equipos. Si a esto le agregamos el retiro de Steve Nash en el 2014 y la despedida de Dirk Nowitzki en la próxima 2018/19, nos quedamos prácticamente sin referentes de aquella época, no tan lejana.

A la hora de la comparación con otras generaciones, notamos claramente que las carreras de los jugadores hoy son más extensas, llegando en algunos casos a los 20 años de profesionalismo. Sin embargo, lo que no cambia parece ser la duración de las eras: si bien estos protagonistas siguen cuatro o cinco años más en el alto nivel, son desplazados de un momento a otro por las nuevas estrellas. ¿Las excepciones? Los hombres de los Spurs, quienes con la ayuda de un sistema y la aparición de jóvenes figuras (Kawhi, sobre todo), no solo lograron mantenerse competitivos, sino que se consagraron campeones en el 2014.

Aunque nos genere nostalgia, sobre todo por haber tenido en ella el enorme protagonismo de un jugador argentino, la primera era del nuevo milenio ha llegado a su fin. Y vaya que ha dejado su huella.