Repechaje Femenino

El camino de las Gigantes rumbo al Repechaje

19:21 12/06/2016 | La selección femenina viene madurando el sueño de Nantes 2016 desde hace varios meses. Repasamos cómo fue la preparación del equipo.

Las chicas están a horas de la verdad. (foto: Prensa CABB).

Desde hace mucho que se esperaba por este momento. Independientemente de los compromisos que hubo en el medio y la siempre latente responsabilidad con la que se ha trabajado, es innegable el hecho de que todos los ojos estaban puestos en esto, en este día, en este torneo, en este sueño. Y la hora ha llegado, estamos a nada de arrancar el Repechaje Femenino y por estas horas la llama de la ilusión arde más que nunca con el gran objetivo de las Gigantes.

 

La selección argentina femenina se ha instalado en Nantes durante los últimos días a la espera de comenzar su sueño. Doce equipos competirán para ganarse los cinco boletos en disputa rumbo a Río 2016, y aunque en los crudos números parezca una historia estadísticamente accesible (el 41.6% de los participantes clasificará) la realidad indica que será una difícil misión donde habrá que dar pasos sólidos para concretar ese gran anhelo.

 

La historia reciente indica que hay material para esperanzarse. Siempre sucede, pero con la recordada labor de Argentina en el Preolímpico de Edmonton del año pasado está claro que el nivel ha ido incrementando con el correr de los últimos años. Se ve reflejado desde hace tiempo, y eso potencia la esperanza.

 

Quizá para algunos era necesario reflejarlo en números en ese Preolímpico, porque las chicas estuvieron muy cerca de ganarse la clasificación directa pero terminaron en aquel torneo colgándose el bronce (solo el campeón Canadá se clasificó, sumado al anfitrión de los Juegos, Brasil).

 

No obstante, deportivamente el concepto y la idea de juego de este equipo ha ido mejorando con el paso de los torneos, no se dio de un día para el otro pero sin dudas el pico estuvo en aquel FIBA Américas. El recuerdo está fresco, pero habrá tomarlo como un punto de partida para estar enfocado en lo que se viene desde ahora. Si eso se logra las chances de clasificación aumentarán.

 

Sería injusto decir que la preparación rumbo al Repechaje arrancó en el último año, ya que hablamos de un proceso de trabajo de varios años a cargo de Cristian Santander. Sin embargo, lo concreto es que se puede decir que con la clasificación al Repechaje en el bolsillo lograda en el último Preolímpico el sueño ha aumentado y todos los cañones empezaron a apuntar a este día.

 

La preparación arrancó bastante temprano para las Gigantes, más sabiendo que todos los ojos estaban puestos en la importante cita a comenzar. Es ese gran deseo, clasificar por primera vez a unos Juegos Olímpicos, por eso independientemente de que se ha ido pensando en dicho objetivo desde Edmonton los fogueos se fueron dando mucho antes de lo tradicionalmente pautado dentro un año de trabajo normal.

 

La primera parada fue para el Aquece Río, un amistoso que se jugó justamente en el escenario de las próximas olimpiadas. Ahí ya hubo buenos síntomas, porque si bien se perdió categóricamente ante Australia (87-37) hubo un par de buenos desempeños contra Brasil (derrota por 66-52) y Venezuela (amplia victoria por 83-38). El saldo fue positivo, se fue de menor a mayor y dejó buenas sensaciones.

 

Para la preparación se había estipulado una serie de amistosos en España y Francia, que en el medio sufrieron algunas modificaciones y que por momentos se pusieron en duda dada la fecha del reciente Sudamericano. Desde enero, donde se conocieron las rivales del repechaje, hasta el mes de abril y mayo se realizaron los tradicionales entrenamientos semanales en suelo capitalino buscando potenciar la calidad individual de las chicas, aprovechando también la ausencia de varias piezas importantes que transitaban sus respectivas temporadas en el extranjero (como Vega, Llorente, Rosset, González, Fiorotto, Thomas, Gretter, Boquete y Santana, quienes se fueron sumando a medida que finalizaron sus torneos).

 

Antes de viajar al Sudamericano, que justamente fue la última vez que el plantel estuvo en nuestro país, Argentina tuvo un amistoso en Obras Sanitarias ante la selección de Chile y en un partido donde se impuso por 77-50. Ahí ya estaba con plantel definido, aunque ya con el cambio que también hubo para el torneo de Barquisimeto de González (que volvió de su temporada en Ragusa con una lesión y no viajó al Sudamericano para recuperarse) por Nadia Flores.

 

En el Sudamericano no fue el mejor balance, aunque anímicamente hay que entender que el factor mental jugó una importante pasada independientemente del mérito en el rival de turno. Lo importante de todas formas es haber conseguido un lugar entre los mejores cuatro de ese torneo y clasificar al Premundial del año próximo, aunque en materias resultados no hayan quedado grandes sensaciones.

 

Los dos primeros partidos fueron con victorias abultadas (71-35 a Ecuador y tremendo 89-15 a Perú), aunque después vino un fuerte golpe en el torneo tras perder ante Venezuela (71-67 en suplementario) y a partir de ahí fue difícil recomponerse. Si bien es cierto es que en semis se jugó un gran partido con Brasil durante media hora, hubo una nueva derrota por 73-57 y ya no hubo chances de pelear por la final. En el partido por el 3° puesto hubo otro impacto más, sucumbiendo 59-55 ante una Colombia que ha mejorado en el último tiempo pero que de todas formas dejó en evidencia cierto desnivel gestado desde aquel primer traspié ante la Vinotinto.

 

Ya pasado el Sudamericano llegó el momento de enfocarse de lleno en la preparación para Nantes, sin ningún objetivo oficial en el medio. Así pasaron los últimos veinte días, primero con dos fuertes derrotas ante dos potencias mundiales y candidatas en un triangular jugado en la ciudad española de San Fernando. Australia, ya clasificado a Río desde Oceanía, nos dio un duro golpe de 90-48 en un duelo sin equivalencias; mientras que España, que todavía no está en las olimpiadas pero que será protagonista en Nantes, también nos ganó claramente por 73-47.

 

Tras estos primeros dos amistosos se tejió un panorama de incertidumbre por algunas chicas mermadas por lesión, más que nada por el caso de Gretter (sufrió un esguince de tobillo derecho con lesión en el quinto metatarsiano del mismo pie). Además, Pepo González recibió un traumatismo facial en estos fogueos y Rosset aumentó su sobrecarga en los isquiotibiales que ya venían desde Barquisimeto.

 

Pero el panorama se fue clarificando con el correr de los días, las tres jugadoras fueron mejorando y en el medio se jugaron otros amistosos en Bilbao. El primero de ellos ante Venezuela (victoria por 64-60 con una interesantísima labor en los rebotes donde se sacó ventajas) y Euskadi (también triunfo, por 59-53).

 

Con este panorama, recuperadas y sumando una buena mochila de partidos a modo de preparación durante el último mes, las Gigantes llegaron a suelo francés el pasado lunes 6 a la espera del torneo. Ya están instaladas en Nantes desde entonces, esperando con ansiedad el debut de las próximas horas ante Camerún y soñando con poder reflejar en este torneo todo el arduo trabajo que han venido realizando.

 

 

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