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Luego de tener un gran salto de calidad en la 2015/16, bajo el comando de Stan Van Gundy, los Detroit Pistons entran en la etapa más complicada: la confirmación y la superación. Los Pistons no han tenido grandes incorporaciones o movimientos, pero apuestan a la continuidad de un grupo joven y con talento, para seguir creciendo dentro de la Conferencia Este.

El año pasado, Van Gundy logró que hasta hace poco parecía un milagro: ordenar a un plantel que estaba mal configurado y no solo transformarlo en un buen equipo, sino además mantener un interesante potencial a futuro. Jugadores como Kentavious Caldwell-Pope, Tobias Harris, Reggie Jackson, Stanley Johnson o el propio Andre Drummond, son productivos hoy pero siguen con margen de crecimiento.

En ese sentido, Drummond aparece un escalón por encima del resto, luego de una 2015/16 sensacional en lo personal, con 16,2 puntos y 14,8 rebotes de promedio por partido. El ex de Connecticut ya es uno de los pivotes más rendidores del torneo y ahora precisa del progreso de alguno de sus laderos, para que las chances de Detroit sean todavía más grandes.

Para que los Pistons tengan chances de hacer ruido, tienen que encontrar a otro jugador con rendimiento de All-Star, entre los ya mencionados jóvenes de su plantel. Si lo consiguen y en el camino mantienen la intensidad y identidad que les dio Van Gundy, pueden seguir dando sorpresas. Pero cuidado: hace muy poco tiempo ya vimos como un equipo que parecía transitar un camino ideal, como los Milwaukee Bucks, se salió completamente de su ruta, por algunas malas decisiones. Detroit no puede repetir ese error y tiene que seguir con el básquet que lo trajo hasta acá.

Como en sus mejores años, el mayor secreto de los Pistons pasa por su fortaleza física y capacidad defensiva. Pocos equipos cuentan con tres moles del calibre de Drummond, Baynes y Marjanovic y no sorprende que el año pasado ya hayan sido el segundo mejor equipo rebotero del torneo. Además, con Jackson, Caldwell-Pope y Johnson, tienen a tres muy buenos defensores perimetrales (especialmente los últimos dos), capaces de pelear kilo por kilo contra cualquier externo de la liga.

En este sentido, vale mencionar que los de Michigan deberán sobreponerse a la pérdia de Jackson durante algunas semanas, ya que un problema en la rodilla lo mantendrá afuera de las canchas en el inicio de la campaña. Por suerte, en el mercado se reforzaron con Ish Smith, que viene de mostrar cosas muy interesantes con los Philadelphia 76ers.

Un punto que será interesante ver, es si Detroit mantiene el buen rendimiento ofensivo que tuvo en la 2015/16. Para un equipo sin anotadores puros y con bajos porcentajes en triples y libres, haber terminado 13° en ese aspecto tiene que ser considerado un triunfo. Sin embargo, ahora las defensas estarán más preparados para exponer sus debilidades y no les será tan sencillo seguir en ese nivel.

Teniendo en cuenta todo esto, podríamos decir que el piso de las aspiraciones de Detroit pasa por volver a meterse a los playoffs. ¿El mejor escenario? Encuentran alguna otra estrella para acompañar a Drummond y se meten entre los cuatro primeros del permisivo Este. Si no pierden su línea de crecimiento, esa meta no quedará tan lejos.

Puntos altos. Gran presencia física y rendimiento en los tableros. Tienen atletas en todas las posiciones. Potencial defensivo alto.

Puntos bajos. Sin tanto talento ofensivo. Les falta creación en los puestos de escolta y alero. Bajos porcentajes en triples y libres.