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En lo que ha sido un movimiento fugaz dentro de la exigencia y su posicionamiento en la Liga, Lanús ha decidido un cambio dentro de su estructura y cambió a su entrenador, dándole salida a Germán Intonio para horas después contratar a Fabio Demti. El flamante nuevo técnico del Granate estará debutando esta noche, de local y recibiendo a Instituto de Córdoba.

Demti llegó con una misión más que importante, agarrando un fierro caliente y con un Lanús que se ubica en el penúltimo puesto de la Conferencia Sur (13-22, con 37.1% de efectividad). En un principio se dudó si el club iba a llegar a tiempo con los trámites de habilitación para este domingo, pero la dirigencia se movió rápido, el entrenador ya tiene el visto bueno y podrá estar estrenándose esta noche en el banco de Lanús.

Aunque todavía queda un tramo importante dentro de la competencia, el santafesino se suma con el objetivo de revertir la difícil situación del equipo, por lo que en diálogo con Básquet Plus se refirió a estas sensaciones previas a su estreno, además de explicar cómo encontró al plantel granate en su arribo y sin dejar de lado su particular salida del Hebraica Macabi de Uruguay.

- ¿Con qué equipo te encontraste apenas llegaste y después de dirigir tu primera práctica?

. Al grupo lo vi bien predispuesto al trabajo. Es un grupo que lógicamente está muy dolido por la salida del entrenador anterior pero igualmente está muy predispuesto a trabajar, a entrenar y a escuchar, cosas que son muy importantes en estos momentos. También se es consciente de la situación, sabemos que tenemos que dar respuestas desde los resultados, sumar puntos.

- ¿Qué fue lo que hablaste con la dirigencia desde el cambio de entrenador y desde lo que pretenden de vos?

. Entiendo que es un cambio que como todos se por el tema de resultados, no se cuestiona nada ni hubo otra cosa en el medio. A mí me plantearon la posibilidad de intentar zafar de esta situación para después ver a futuro más adelante, pero hoy nos vamos a enfocar al 100% en esta situación. Me dieron la posibilidad de que yo vea al grupo y de que si tenga que tomar alguna decisión la tome, me abrieron esa chance. Primero yo quiero observar bien de cerca al grupo, conocer más la intimidad y ver cómo responde. Me dijeron que es un grupo excelente de calidad humana y muy unido, y eso lo noté desde el principio.

- Recién decías lo dolido que notaste el grupo, algo que seguramente viene de la mano con la situación deportiva en la que se encuentra. ¿Tuviste que llegar y comenzar a darle una inyección anímica y mental o no fue demasiado necesario?

. No, eso lo hago por naturaleza y porque lo hago en todos los equipos a los que voy, sea la situación que sea. A este grupo lo vi bien, consciente de la situación y sabiendo la realidad de que tenemos que ganar. En líneas generales los vi bien, seguramente habrá jugadores más tocados que otros dentro de esta realidad pero ahora hay que salir a responder. Sabemos que es difícil, pero si miramos un poquito para atrás vamos a notar que el equipo le ha jugado de igual a igual a todos, ha tenido buena manera de jugar, creo que algunos resultados no se han dado por resultados y finales parejos. Creo que es importante enfocarse en la parte positiva, apoyarse ahí para tratar de levantar un poco el ánimo y llegar bien a esta secuencia de partidos.

- ¿Seguramente estaban muy latentes esas ganas de volver a dirigir la Liga, pero te esperabas que fuese tan rápido?

. Sí, ganas de dirigir en Argentina siempre tengo, lógicamente que este es mi lugar. Por ahí no me lo esperaba tan pronto, a decir verdad fue medio repentino todo cuando a un día de llegar de Uruguay me llegue esta posibilidad. También estaba la urgencia del equipo que me quería entonces en un rato tuvimos que llegar a un acuerdo, fue rápido. Lo hice también porque fue Lanús, que es un equipo que en algún momento ya me habló y no tuve la posibilidad de esgrimir, sé que es una institución que respalda mucho al básquet, por eso hay que intentarlo siempre que surge la chance, hay que hacer todo lo posible para sostener la situación de este año y después ver si se puede encarar de otra manera el futuro.

- Si bien en la mayor parte de los casos cuando un entrenador llega a un nuevo club es para levantar una situación complicada, a nivel general debe haber muchas sensaciones encontradas. A vos te debe pasar que no te hacés cargo solo de tu ciclo que arranca hoy, sino también de todo lo que ha venido haciendo el equipo durante la parte previa de la temporada. Y supongo que aunque el club no te meta demasiada presión para un entrenador el hacerse cargo de todo siempre es una mochila extra que se pone sobre tus hombros a la hora de tomar un equipo.

. Sí, tal cual, yo desde que llego asumo todo lo que pasó anteriormente, de hecho si estoy acá no es para renegar de lo anterior sino para mirar hacia adelante y sabiendo que me hago cargo de todo lo que pasó. Me parece que esa tiene que ser la mentalidad de cualquier entrenador cuando llega a un equipo, eso y dar el 100% de su trabajo para revertir la situación. Es una responsabilidad grande, no te lo niego, pero también es algo lindo, es un buen desafío para el entrenador que llega. Creo que todo esto me agarró en un buen momento, con muchos deseos de dirigir y en lo que fue algo rápido. La institución ya me había hablado antes, esta habrá sido la segunda o tercera vez, por eso tomé una decisión rápida y estoy con muchas de ganas de hacerlo. Me parece que he tenido una buena conexión con el grupo ayer cuando lo conocí, y eso también ayuda a mirar con mucho optimismo lo que vendrá, más allá de las dificultades que están a la vista.

- ¿Podés pasar un poco en limpio cómo fue tu salida de Hebraica? Porque en el balance general no venían mal pero después de tu salida nos enteramos un par de episodios de diferencia con la dirigencia por meterse dentro de tus funciones.

. Más que nada sentí en algún punto que se le faltó el respeto al entrenador. Desde un inicio si vos llegás a un equipo que te lo arman los dirigentes me parece que ya es un punto donde no se respeta tanto a la figura del entrenador. Y no solamente lo digo en mi caso en particular, me parece que hay muchos dirigentes que deciden armar los equipos y manejar esa situación ellos mismos en vez de dedicarse a hacer crecer la organización y la infraestructura, que es lo que más le falta a Uruguay porque hay muy buenos jugadores y entrenadores. Durante la temporada también hubo una serie de comentarios que tampoco me gustaron y todo llegó a un punto final cuando antes de jugar el Súper 4 me enteré que me querían proponer una manera de jugarlo, de cambiar algunas cosas y darle más posibilidades a los jóvenes. Yo no estaba de acuerdo con eso porque me parecía que había que encararlo como al final se terminó de encarar cuando me fui, que era afrontarlo al 100%, jugando realmente para ganar la competencia y clasificar a la Sudamericana. Se dieron una serie de cosas que me hicieron sentir que mi tiempo ya estaba terminado ahí, más allá de que el récord era el mismo que el equipo que terminó 1 en la clasificación para playoffs, teniendo 19 partidos ganados y 8 perdidos, y más allá de que veníamos haciendo bien las cosas con el equipo porque ofensivamente estaba muy bien independientemente de que en defensa sí teníamos algunos problemas. Me parece que se habla más de lo que se hace, por esa razón preferí dar un paso al costado y de hecho he tenido suerte porque enseguida tomé un equipo acá en Argentina, en una institución muy importante y valorada por mí.

- ¿Acá en Argentina notaste alguna situación parecida a la que viviste allá en Uruguay, sea propia o ajena?

. No, acá en Argentina lo que noto es que con la gente que uno habla y la que decide es mucho más del palo del básquet y pasa que acá sí se respeta la figura del entrenador. De hecho nosotros colaboramos en todo lo que es la elección de los jugadores, más allá de que siempre se maneja un presupuesto, participamos de cómo se organizan nuestros viajes y nuestras situaciones más allá de siempre hay especialistas para cada campo. Me parece que acá se consulta al entrenador para un montón de cosas más, cuando allá algunos dirigentes por manejar el vivero se creen con derecho a más cosas y a veces se entrometen en funciones del entrenador. A veces con comentarios y sugerencias, uno puede ir tolerando algunas cosas pero en mi caso no estoy dispuesto a tolerar otras por sostener un lugar, de hecho fue lo que terminé haciendo, al no respetar mi trabajo opté por irme en vez de sostener mi cargo tolerando estas cosas.

Lucas Leiva / [email protected]

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