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Aunque Golden State terminó llevándose una sufrida victoria ante los Nuggets, las noticias del partido de ayer no fueron del todo positivas para los Warriors: Steph Curry se resintió de su lesión y abandonó el partido en el segundo cuarto.

Curry recibió una patada en la misma zona de la pierna izquierda, que lo había obligado a perderse los últimos dos partidos de su equipo. Debido al dolor, el base dejó el campo y ya no regresó por el resto de la noche.

"Me patearon justo en el mismo lugar, mientras defendía", dijo Curry. "Parece que cada vez que te lesionás en algún lado, si tratás de jugar con un poquito de dolor, algo pasa. Ahora hay que lidiar con esto".

La figura del campeón agregó que no cree que la lesión sea de gravedad, pero que deberá ir probando día a día si baja el dolor. Golden State vuelve a presentarse este lunes contra Charlotte. La presencia de Curry hoy es una incógnita.

Además del golpe al jugador de los Warriors, el duelo entre los californianos y Denver tuvo otro hecho para lamentar: en el cierre, Kenneth Faried recibió un golpe que afectó la zona del cuello y tuvo que ser retirado de la cancha en camilla y con un cuello ortopédico.

Faried fue trasladado a un hospital cercano para realizar distintos chequeos y todavía se esperan novedades sobre su diagnóstico.