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A la hora de analizar a los equipos en la previa, no hay dudas de que China aparece como uno de los más débiles del torneo, por un par de factores decisivos: el primero, obviamente tiene que ver con la calidad de su plantel, pero además, también por la extrema juventud del mismo. Luming ha apostado por un grupo pensando a futuro, con apenas tres jugadores nacidos antes de 1992 (Peng, Gen y Jianlian).

De hecho, China es el conjunto de menor promedio de edad (23,5) casi con tres años de diferencia con el segundo (Croacia, 26,3). Tres de los cinco jugadores más jóvenes del certamen pertenecen al seleccionado asíatico: Zuchen, Qi y Jiwei, todos ellos de 20 años.

Intentando ganar roce de cara al certamen, China tuvo la preparación más extensa de los 12 equipos, disputando 12 amistosos. Sin embargo, la realidad es que apenas pudieron ganar cuatro de esos encuentros (ante rivales menores) y cuando enfrentaron a selecciones olímpicas, nunca perdieron por menos de 24 puntos.

Es cierto que los amistosos no siempre reflejan la realidad de un equipo, pero el 0-7 de los chinos contra los olímpicos y sobre todo, los apenas 60 puntos que promediaron en esos duelos, marcan a las claras la diferencia de nivel entre el campeón de Asia y el resto del cuadro.

En cuanto a virtudes, las mismas están muy claras. La principal pasa por la altura, con cuatro jugadores distintos por encima de los 2,13: Jianlian, Qi, Zhelin y Muhao. Además, no solo son jugadores altos, sino que además suelen liderar las ofensivas y ser de las primeras referencias en cada ataque.

Esto es especialmente cierto en el caso de Yi Jianlian, por lejos el jugador más desequilibrante de China. El ex NBA es uno de los hombres grandes con más poder de gol del torneo y seguramente lo vayamos a ver metido entre los líderes en ese rubro. Además, Zhou Qi (drafteado por los Rockets) lo acompaña con sus 2,17 e interesante mano a media distancia. En el perímetro, exceptuando a Zhou Peng, no hay demasiada fortaleza.